Es posible que alguna vez hayamos oído hablar de la expresión “abogado penalista”. Pero ¿qué significa exactamente y a qué se dedican estos profesionales? Para aclarar la cuestión, invitamos a leer el siguiente artículo.

El Derecho penal es una rama legal que tiene como dedicación el estudio de los delitos y sus penas, las cuales aparecen recogidas en el Código Penal. Partiendo de esta base, un abogado penalista es aquel profesional jurídico que se encarga de la defensa frente a todo tipo de delitos: robos y hurtos, delitos de lesiones, delitos sexuales, delitos contra el honor (injurias, calumnias), contra la integridad moral, contra los derechos de los trabajadores, etc. También debemos tener en cuenta la asistencia al detenido, es decir, la asistencia legal que se presta a aquellas personas que se encuentran detenidas en instituciones policiales. Dado que su ámbito de actuación es tan amplio, los abogados penalistas profesionales versátiles y que pueden ayudarnos en una amplia variedad de situaciones del día a día.

Debemos tener en cuenta que la Jurisdicción Penal, en España, es la única que puede imponer penas privativas libertad. Así pues, se trata de cuestiones de especial trascendencia, pues ninguna otra Jurisdicción puede implicar este tipo de sanciones. La tarea del abogado en derecho penal es tratar de demostrar la inocencia de su cliente; si esto no pudiera llevarse a cabo, tratará de obtener la menor condena posible. Aquí entra en juego el Derecho a la defensa, regulado en el artículo 24.2 de la Constitución Española: ‘(...)todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y a la asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia.’ En definitiva, cualquier persona tiene derecho a contar con la defensa de un abogado, pues lo contrario violaría un derecho constitucional.

Teniendo en cuenta la información anterior, siempre debe contarse con el asesoramiento adecuado ante cualquier duda que podamos tener. Es habitual que, ante un problema legal, los implicados puedan sentirse desorientados y no sepan exactamente qué hacer: pues bien, el primer paso debe ser siempre exponer el caso ante un letrado, el cual valorará la situación y les orientará de forma personalizada.