La desescalada nos está brindando muchas más oportunidad de practicar deporte. Muchos deportistas federados están ahora lanzándose a la práctica de sus aficiones, pero quizás desconozcan que si incumplen las normas del estado de alarma pueden quedar fuera de la cobertura de los seguros federativos.

Así, debemos tener en cuenta que la actividad deportiva que infrinja las normas establecidas por cualquier norma legal vigente relacionada con el estado de alarma puede ocasionar que las aseguradoras denieguen la cobertura del siniestro.

Por lo tanto, no habrá problema alguno siempre que nos ciñamos a la franja horaria indicada para su práctica y lo hagamos en los lugares indicados para ello, entre otras exigencias.

Pero ¿qué pasa si no estamos federados y queremos salir en bicicleta con nuestros hijos? Pues deberíamos echar un vistazo a nuestro seguro de hogar ya que en él es posible que se incluya la cobertura que ampare este tipo de contingencias.

En concreto, podemos encontrar dentro de la cobertura de Responsabilidad Civil Familiar la garantía ante los daños que cualquier miembro del núcleo familiar pueda ocasionar un tercero mientras utiliza -por ejemplo- la bicicleta.

Lo cierto es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en la necesidad de que eludamos el transporte público y sus aglomeraciones. Por este motivo, ha llegado a recomendar el uso de la bicicleta pues lo considera el medio de transporte más idóneo para hacer frente a la pandemia ya que nos ayuda a mantener la distancia física al tiempo que nos permite recuperar la forma perdida. Esto último se hace especialmente perentorio tras este duro confinamiento que nos ha mantenido inactivos. También el Ministerio de Sanidad se ha sumado a este consejo que considera vital que se siga entre la población de las áreas más urbanas.

Por supuesto, la bicicleta respeta el medio ambiente y no deteriora la calidad del aire que respiramos. Conviene destacar que la contaminación es un factor que favorece a este virus. Así, no podemos pasar por alto que los niveles elevados de dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire en regiones altamente contaminadas como Madrid, Barcelona o Granada pueden incrementar las muertes por COVID-19, según un estudio realizado por la Universidad Martin Luther Halle-Wittenberg, en Alemania.

Estas conclusiones han sido reforzadas por un equipo de la Universidad de Harvard (EE.UU.) que también dedujo que un aumento de solo 1 microgramo/m3 de partículas finas PM2,5 se relaciona con un aumento del 15 % en la tasa de mortalidad por esta enfermedad.