Este 2017 se cumplen 200 años de la fundación del Instituto Marista por San Marcelino Champagnat en La Valla y el Colegio El Pilar Maristas de Zaragoza se sumó a la celebración por el nacimiento de esta institución religiosa y educativa. Las actos conmemorativos de este evento estuvieron precedidos durante los últimos cursos por tres grandes iconos: Montagne, Fourvière y La Valla; y finalizaron el pasado mes de enero con una jornada festiva en torno a la figura de su fundador y los orígenes de la familia marista. También se llevó a cabo una Eucaristía en la basílica del Pilar presidida por el arzobispo de Zaragoza Vicente Jiménez.

ORÍGENES EN LA CIUDAD

Su llegada a Zaragoza se remonta a 1903 cuando se le autoriza a instalarse y comienza a impartir clases particulares de francés en un pequeño piso de la calle Mayor, pero no será hasta al año siguiente cuando inicia oficialmente la actividad de colegio, contando con una veintena de alumnos. De 1904 a 1912, se produce un crecimiento espectacular, ya que el centro incrementó la cifra de sus estudiantes hasta alcanzar un total de 632 alumnos. La imagen novedosa, el compromiso con la educación y el amor hacia los más pequeños fueron la clave de este éxito.

Actualmente pasan por sus aulas cada curso más de 1.100 alumnos repartidos en las etapas de Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria (en concierto) y Bachillerato (privado). Y en sus instalaciones, situadas en la calle Rafael Alberti del barrio del Actur, trabajan cerca de unas 80 personas entre docentes y personal de administración.

COMPROMISO CON LA EDUCACIÓN

Se trata de una institución educativa a la vanguardia en las nuevas metodologías de aprendizaje, cumpliendo además con la función de centro bilingüe adscrito al plan PLIBEA desde el curso 2013-2014 y como centro preparador de exámenes de Cambridge.

El proyecto educativo se fundamenta en las enseñanzas de San Marcelino de Champagnat y está basada en la cercanía, la sencillez de trato y el acompañamiento. El objetivo es ayudar a los alumnos a crecer como personas comprometidas en la construcción de una sociedad más justa, desarrollando sentido crítico, potenciando los valores y fomentando la participación en proyectos solidarios.

El aprendizaje de idiomas tiene especial protagonismo en la enseñanza y los profesores mantienen contacto directo con las familias a través de una plataforma en internet para el seguimiento individualizado de cada alumno.