La llegada de Álvaro Vázquez cierra la delantera y, por consiguiente, la plantilla. Ahora queda el reto más complicado, anotar los goles que Borja Iglesias aportó al Real Zaragoza la pasada campaña. El exzaragocista Ángel Lafita conoce muy bien al nuevo ariete blanquillo. Ambos coincidieron tres temporadas en el Getafe y le augura «un buen futuro» en La Romareda.

Lafita lo define como «todo un profesional». Un ariete completo que destaca «por su gran movilidad. Es una bendición para los jugadores que le acompañen en la segunda línea de ataque porque crea muchos espacios. También tiene gol, es un delantero que puede aportar los goles que han estado marcando los anteriores nueves». Además de sus habilidades ofensivas, el tiempo que pasaron juntos en el vestuario azulón le permitió conocer su lado humano. «Es muy buena persona. Su carácter será importante para mejorar el ambiente del buen grupo, que ya existe. Tiene la suficiente calidad y experiencia sobre el campo y fuera de él para dar alegrías a la afición», recalca.

Por delante tiene el difícil papel de ser el delantero referencia del equipo. La sombra de Borja Iglesias en La Romareda es amplia, aunque Lafita quita hierro a una posible comparación entre ambos arietes ya que «son jugadores muy diferentes». Además, cree que la directiva «ha dado en el clavo» con la incorporación del punta catalán.

Hoy disputará sus primeros minutos vistiendo la zamarra blanquilla en Reus. Ahora falta ver cómo se aclimata al planteamiento de Imanol Idiákez. Lafita lo tiene claro, «es el nueve perfecto para el estilo de juego del entrenador. Tener a Pombo detrás e ir alternándose con él como falso nueve, ambos con movilidad, pueden hacer mucho daño a las defensas rivales. Además son creadores de espacios, algo que también ayuda mucho», concluye.