El Real Zaragoza ha hecho oficial a última hora de la tarde de este lunes el fichaje de Adrián González, centrocampista madrileño que en las tres últimas temporadas ha militado en el Málaga y que se compromete con el club aragonés para las dos próximas campañas. Hijo del exfutbolista internacional del Real Madrid, Míchel González, Adrián es un medio ofensivo capaz de desenvolverse tanto en el centro como en los costados y un especialista en el lanzamiento desde el punto de penalti. Con él son ya siete las incorporaciones realizadas por el club tras las de Chavarría, Jair, Bermejo, Vuckic, Zanimacchia y Narváez.

Tras una rápida negociación, el anuncio de la contratación, ya entrada la noche, dejó constancia de que el Zaragoza se ha impuesto a Fuenlabrada, Oviedo y otras dos escuadras más de Segunda que aspiraban a hacerse con los servicios del futbolista, que llega libre tras haber quedado desvinculado del Málaga.

Adrián, de 32 años, llegó a La Rosaleda tras haber pasado previamente por equipos como Eibar, Elche, Rayo Vallecano, Racing o Getafe, entre otros. En el club andaluz se convirtió pronto en pilar básico de un equipo cuya capitanía no tardó en alcanzar. El pasado viernes, el jugador y el Málaga quedaron desvinculados al ser incluido en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por la entidad andaluza a pesar de que el centrocampista, junto con Lombán y José Rodríguez, habían negociado un acuerdo de rebaja salarial para este curso que alcanzaría entre el 80% y el 90% de lo que venía percibiendo.

Porque el madrileño siempre había expresado su deseo de quedarse en la Costa del Sol, pero el administrador del club paralizó las negociaciones e incluyó a Adrián en un ERE que también afectó al portero Munir, por lo que el jugador quedaba liberado de su relación contractual (le restaba un año más otro opcional) y habilitado para fichar por cualquier otro equipo. De forma inmediata, el madrileño abandonaba, el pasado viernes, la concentración que el Málaga está llevando a cabo en la localidad malagueña de Alhaurín el Grande.

Fue entonces cuando el Real Zaragoza puso en marcha una maquinaria destinada a sacar provecho de las oportunidades inesperadas que brinda el mercado. Y Adrián es una de ellas. De forma inmediata, el director deportivo del club aragonés, Lalo Arantegui, trasladó al jugador una oferta inferior a la de la mayoría del resto de pretendientes, pero que acabó seduciendo al futbolista.

De hecho, Adrián llega a La Romareda con una considerable rebaja del salario que venía percibiendo en el Málaga, pero el proyecto deportivo y la historia del Real Zaragoza siempre le convirtieron en su prioridad y así se lo trasladó a su representante. El acuerdo fue rápido.

Con su incorporación, el Zaragoza adquiere experiencia, trabajo, calidad, golpeo, llegada y gol (ha hecho goles en todos sus equipos anteriores), además de un especialista desde el punto de penalti. Pero, tal vez, su cualidad más valiosa para el equipo aragonés sea su capacidad de liderazgo, algo de lo que el Zaragoza viene añorando desde hace años y que le ha penalizado demasiado. Adrián, un líder natural, contribuirá a paliar esa carencia.

El madrileño disputó en su periplo con el conjunto andaluz 103 partidos y consiguió veinte goles, seis de ellos la pasada temporada, con los que contribuyó a la permanencia del Málaga en Segunda División. Previamente, también fue titular en el Eibar, en el que jugó 68 partidos entre las dos campañas en las que militó en el equipo armero, donde anotó 13 tantos en total. A Ipurúa había llegado procedente del Elche, donde disputó 30 encuentros en una sola campaña, marcando un tanto. Antes había pasado dos años en el Rayo Vallecano, donde hizo tres goles en los 43 partidos en los que intervino en dos temporadas tras haber pasado otras tantas por Racing (tres tantos en 59 partidos) y Getafe (un gol en 34 duelos).