Los trabajadores afectados por el Expendiente de Regulación de Empleo que el Zaragoza presentó el pasado 9 de septiembre, depositaron ayer en el Tribunal Superior de Justica de Aragón la demanda por conflicto colectivo cuyo plazo terminaba hoy. Con la presentación de la demanda, los damnificados esperan que el ERE sea declarado nulo y que el club sea obligado a la readmisión de los trabajadores o al pago de una indemnización por despido improcedente de más de 180 personas. El juicio definitivo se anunciará para los meses de febrero o marzo y dejará resuelto el pleito abierto por el club.

Un total de 183 trabajadores se vieron perjudicados por la rescisión de su contrato. 160 de ellos eran trabajadores fijos discontinuos que fueron despedidos de inmediato y los otros 23 se correspondían con trabajadores fijos de diferentes áreas del club que recibieron su carta de despido antes del pasado 30 de noviembre, fecha tope. De estas personas fijas, ocho se encargaban del mantenimiento de la Ciudad Deportiva, cinco de La Romareda, cuatro de la tienda del club, cuatro de las oficinas, uno del gabinete de prensa y uno de seguridad.

Además, en un principio el Zaragoza también había planteado la posibilidad de aplicar el expediente a 10 de los 28 trabajadores que componen la Fundación Real Zaragoza, entre los que se encontraban entrenadores de las categorías inferiores del club. Sin embargo, finalmente los nuevos propietarios decidieron no llevarlo a cabo.

El ERE emprendido por los nuevos propietarios del Zaragoza, presentado hace tres meses, pretende reducir un 30% los costes a los que tiene que hacer frente el club. Para ello, se ha procedido a la contratación de compañías externas --el pasado mes de noviembre ya se acordaron los servicios de Euroibérica, del Grupo Coviar-- y las reducciones salariales (entre el 10% y el 40%). Para Fernando Rodrigo, consejero del área económica del club, la decisión de presentar el ERE "era inexcusable para ajustar al máximo los gastos de explotación. De otra manera sería imposible garantizar el equilibrio presupuestario y no debemos olvidar que el Zaragoza está fiscalizado", recuerda.