En el número 4 de la calle Costa se terminó ayer la era Agapito Iglesias. Pasadas las dos y media de la tarde, el peor dirigente de la historia del Real Zaragoza tomó seguramente su mejor decisión en los ocho años largos que ha estado al frente del club aragonés: firmar ante notario la cesión de todas sus acciones. Agapito Carmelo Iglesias García ya es historia en el Real Zaragoza. Deja una página negra, imborrable, con un montón de lecciones para todo el zaragocismo, que hoy abre la ventana a una nueva era que llega presidida por la ilusión e, inevitablemente, por la reestructuración.

El glorioso Zaragoza debe arrancar de cero en el 2014. O mejor dicho, de menos 103. Son los millones que debe empezar a enjugar el nuevo Consejo de Administración, al tiempo que revitaliza un club destrozado en su área deportiva por los desmanes del empresario soriano, que ha despedazado bajo su mandato no solo una exitosa estructura sino su enorme prestigio. Para empezar, la Fundación Zaragoza 2032 ha tenido que depositar en la Liga de Fútbol Profesional casi 7 millones de euros, una cifra ineludible para pagar las deudas, para que le dejaran ponerse en marcha, para evitar la desaparición al cabo.

En el nuevo medio de comunicación que Agapito se ha inventado para cerrar sus tristes años en el Zaragoza, anunció ayer sus tres últimos pasos así: "Se ha formalizado la cesión de los créditos subordinados que estaban constituidos y dependían de las sociedades a las que represento. De la misma forma he donado a la Fundación Real Zaragoza el 18% de las acciones de Real Zaragoza SAD, con el fin de que dichas acciones sean a su vez donadas entre todos los abonados y accionistas del Real Zaragoza, a través del mecanismo legal que estimen oportuno los nuevos patronos. Finalmente he donado el resto de las acciones, es decir el 72% de Real Zaragoza SAD, a la Fundación encabezada por Don Cesar Alierta y la Familia Yarza, además de otros empresarios aragoneses".

Luego llegó la versión de la Fundación, que se ha hecho con la mayoría accionarial y aterriza con el objetivo "de devolver al club al lugar que le corresponde, entre los más grandes del fútbol español" y para que vuelva a ser "el orgullo de su afición y de todos los aragoneses". El primer reto está marcado: el regreso a Primera División.

LA PLANTILLA Aunque desde la Fundación no se quieren adelantar planteamientos exigentes en cuanto al futuro, e incluso se sabe que lograr el ascenso a la primera será complicado por la grave situación en la que está la plantilla, todo dependerá en buena parte del trabajo que se haga durante los próximos días en la confección del equipo.

El nuevo Consejo de Administración del Real Zaragoza está compuesto por Christian Lapetra, presidente y responsable del Área de Relaciones Institucionales; Fernando Rodrigo, responsable del Área Económica y Financiera; Carlos Iribarren, responsable del Área Deportiva; y Fernando Sainz de Varanda, responsable del Área Jurídica y de Coordinación General; además de José Guerra, que ha sido los últimos años el director financiero.

Hoy por la mañana se producirá la primera reunión del Consejo para diseñar las acciones a seguir "con el fin de lograr la recuperación deportiva y económica del club". En ese momento se pondrá en marcha lo que Lapetra califica como "un reto titánico" para devolver al club "sus momentos de esplendor".