El seleccionador de Japón, el mexicano Javier Aguirre, siguió hoy sin pronunciarse ante los medios nipones sobre su posible imputación en España por el posible amaño de un partido del Zaragoza en 2011, cuando él entrenaba al club maño.

Aguirre no quiso responder al ser preguntado por periodistas japoneses sobre la investigación que lleva a cabo la Fiscalía Anticorrupción española, en una rueda de prensa convocada hoy para tratar los próximos compromisos del combinado nipón.

El pasado jueves, el técnico mexicano también evitó responder al ser cuestionado por los medios sobre este caso que ha suscitado una gran preocupación en Japón, y ese mismo día mantuvo una reunión para tratar el asunto con el equipo jurídico de la Federación nipona de Fútbol (JFA).

Durante dicho encuentro, Aguirre afirmó que nunca había participado en un amaño de partidos "en toda su carrera profesional", según señaló el abogado principal de la JFA, Yutaka Miyoshi, en declaraciones a la agencia Kyodo.

El letrado añadió que sería un "grave problema" si la investigación de la Fiscalía Anticorrupción "afecta en modo alguno a su trabajo como seleccionador nipón".

Por su parte, los abogados del técnico mexicano comunicaron a la Federación nipona la posibilidad de que Aguirre deba comparecer ante la Fiscalía española el próximo febrero en caso de ser imputado, y señalaron que una eventual condena podría suponer su inhabilitación profesional, según la misma fuente.

En el marco de esta investigación, que continúa abierta, la Fiscalía Anticorrupción anunció a finales de noviembre que se querellará contra una treintena de personas, entre jugadores y directivos del Levante y del Zaragoza, aunque entre ellos no estaba Aguirre.

Desde hace un año, la Fiscalía investiga el presunto pago por parte del Zaragoza a los jugadores del Levante por perder el último partido de liga de la temporada 2010/2011 que disputaron el 21 de mayo de 2011 ambos equipos en el campo del Levante, en el que el club aragonés se jugaba la permanencia en primera división.

Gracias a ese supuesto amaño, el Zaragoza obtuvo los tres puntos que necesitaba para evitar el descenso a segunda división al ganar al Levante por 1-2, lo que supuso que finalmente fuera el Deportivo de la Coruña el que bajara de categoría.