--¿Es difícil dejar el fútbol y su modo de vida?

--Sí, porque es una vida totalmente diferente a una persona normal. Tenemos unos horarios muy diferentes a un trabajador habitual. Como decía un entrenador mío: 'ahora empieza tu vida de persona normal'. Después de estar haciendo siempre una misma cosa, con los mismos horarios, con los fines de semanas teniendo partidos y viajes, cambias de repente a una vida totalmente diferente. Pero yo lo asimilé bastante bien.

--Muchos exfutbolistas se pasan al banquillo, quizá por nostalgia. ¿No le ha picado el gusanillo?

--Tenía bastante claro que cuando terminara mi carrera no entrenaría; veía difícil incluso estar en algo relacionado con el fútbol. Aunque bueno, el año pasado me saqué el curso de director deportivo con un amigo que también jugó en la Real. Pero no estoy encaminado por el lado del fútbol.

--¿Porque le saturó?

--Porque necesitas un parón. Con 18 años ya debuté en la Real y hasta los 34, que dejé el fútbol, son muchísimos viajes y partidos, muchos momentos buenos y muchos malos.

--Hablaba de su debut. No fue muy bien...

--Perdimos contra el Depor 5-1. El debut con un resultado así te da mucho que pensar (ríe). John Toshack me dio la oportunidad. Cuando vino aquí apostó mucho por la cantera. Estábamos Íñigo Idiakez, Javi de Pedro y yo, los tres de las misma edad, y nos hizo debutar en un periodo corto de tiempo.

--Comenzó con De Pedro y compartieron banda mucho tiempo.

--Nos conocemos desde pequeños, como quien dice. Ya empezamos a jugar juntos en juveniles y a ser amigos. La vida de los dos fue encaminada por el mismo lado. De juveniles pasamos al segundo equipo de la Real, donde estuvimos 3 años, y luego estuvimos juntos 10 o 11 en el primer equipo, yo de lateral y él un poco más arriba.

--Tras salir de su equipo de siempre, ¿por qué eligió Zaragoza?

--Me gustaba el club. Le veía algunas similitudes con la Real. No era un club grande grande, ni tampoco pequeño: un club con historia. Y se estaba organizando un equipo con buenos jugadores, que venían de ganar la Copa.

--Villa, Cani, Galetti, Diego Milito...

--... Gaby Milito, Álvaro, Aimar, Savio, Toledo. Se hicieron unas temporadas buenas y yo estuve muy bien, me sentí muy respetado y actué igual.

--¿Alguno de ellos le impresionó?

--Me parece que Cani es un pedazo de jugador impresionante. Era un chaval joven, pero se veía que tenía mucha proyección con un gran recorrido en todo el campo, técnicamente muy bueno, trabajador. Ahora lo está demostrando y creo que incluso tiene tiempo y puede llegar a la selección y dar el salto a otro equipo. Y luego estaba Gaby Milito, un jugador con mucha presencia, y su hermano Diego.

--¿Qué impresión le dio el club?

--Le faltaba algo de más jugadores de cantera me parece a mí, más oportunidades a los chavales de casa. Clubs como el Real Zaragoza necesitan jugadores de cantera para mantenerse y tirar de la entidad y de las raíces de Aragón. Faltaba eso.

--Nada más llegar, ganaron la Supercopa, su primer título.

--Con un gol de Javi Moreno. Era una novedad para mí; llegar a un club por primera vez y ganar el primer trofeo fue algo impresionante. Yo llevaba muy pocos meses en Zaragoza.

--En la UEFA ganaron al Fenerbahce de Anelka, pero no pudieron con el modesto Austria de Viena.

--Sí, ganamos en Turquía haciendo una buena eliminatoria y cuando parecía que íbamos a pasar con el Austria, no pudimos. Fue una pena, porque había muchísimos jugadores de calidad para haber hecho algo bueno.

--¿Y aquel 6-1 al Madrid en semifinales de la Copa?

--Aquello fue impresionante. El equipo hizo un grandísimo partido, la afición estuvo en todo momento con los jugadores. Faltaba que saliera un partido así, además contra un rival de la entidad del Real Madrid. Habíamos tenido partidos buenos, en los que se veía lo que podíamos hacer, pero aquel fue el colofón.

--Cuando acabó, pensarían: '¡Lo que hemos hecho!'?

--Pues sí. Es dificilísimo hacerle seis goles a un Madrid. El campo estaba a rebosar, la gente se divirtió. Fue una de esas noches inolvidables.

--Pero en la final no se pudo con el Espanyol.

--Fue una pena allí en el Bernabéu. Pienso que teníamos mejor equipo, pero estos partidos suelen ser engañosos. Te dan como favorito y luego... No supimos ganar.

--En lo personal, no pudo jugar demasiado en Zaragoza.

--El primer año estuve muy bien; el segundo tuve una lesión de gemelo que me costó mucho recuperar. Siempre he dicho que me hubiese gustado dar un poco más deportivamente. Creo que si no hubiese tenido los problemas que tuve de gemelo podía haber rendido mejor.

--Y en la última campaña apenas jugó.

--No cogí en ningún momento el ritmo de la competición y me dio pena no haber rendido más.

--Pasó mucho tiempo en la Real, era su casa. ¿Fue un reto cambiar de equipo?

--Sí. Has pasado por todas las categorías inferiores, conoces el club y a toda su gente. Con 31 años ir a un sitio nuevo supone un cambio radical en tu vida, y eso que no vas al extranjero con un idioma nuevo. Era algo que tampoco se me pasaba por la cabeza; yo pensaba que mi carrera deportiva iba a terminar en la Real Sociedad. Pero consideré que había acabado un ciclo.

--Un ciclo con buenos momentos. En la 97-98 fueron terceros.

--Fue espectacular para un club como la Real. Después de tantos años sin poder entrar en UEFA ni en los puestos de arriba. El plus nos lo dio que teníamos muchos jugadores de la cantera, más tres o cuatro buenos fichajes jóvenes, con muchas ganas. Y luego siempre hay que tener suerte para hacer una buena temporada.

--Pero el año más recordado es el del subcampeonato. Casi superan al Madrid de los galácticos.

--Fuimos mucho tiempo primeros. Un club de nuestras características contra un club tan grande... La gente nos dice que no nos lo creímos. Claro que nos lo creíamos, lo que pasa que son clubs grandes que tienen mucha experiencia en competir en momentos delicados, en muchas competiciones; jugadores que llevan muchísimos partidos y muchísimas más experiencias que las nuestras. Pero al menos estuvimos hasta el final. La ciudad de San Sebastián se volcó. Fue un sueño, aquello no se nos olvidará a nadie.

--Tenían un equipazo.

--Karpin, Kovacevic, Nihat, De Pedro, Xabi Alonso, López Rekarte en la derecha, centrales muy buenos... Se juntó todo.

--Y los laterales eran importantes. Usted fue siempre ofensivo.

--Siempre me ha gustado más involucrarme en el ataque que defender, era lo mío, aunque con el tiempo he tenido momentos buenos de defender. Mi fuerte era llegar a la línea de fondo con mi amigo Javi De Pedro.

--En la selección, Clemente le llevó al Mundial de Francia.

--En el torneo no hubo suerte. Era una buena plantilla con jugadores de mucho físico, muy diferente a lo que hay ahora. A Clemente lo he tenido también en la Real. Tiene carácter pero sabe muchísimo de fútbol. Yo me iba poniendo metas en mi carrera y una era poder ser internacional aunque fuera una vez.

--Luego estuvo en la Eurocopa del 2000, aquella del penalti que falló Raúl contra Francia.

--Nos tocó quien nos tocó y nos mandó para casa, pero a nivel de juego fue una muy buena experiencia. Ahora hay una selección impresionante con un nivel de juego de combinar como no he visto nunca. Antes hubo momentos puntuales donde a la selección le faltaba suerte.

--¿Cómo ve al Zaragoza de hoy?

--En los últimos partidos ha subido un peldaño más. Yo había visto algún otro partido de hace un mes y medio o así y... buff, bastante justo vi al equipo. La Segunda es muy difícil. Aquí en la Real costó tres años subir; todo el mundo decía: "bah, este año subimos", pero no. Yo creo que el Zaragoza tiene que cambiar su mentalidad e intentar sacar jugadores de casa, que son los que mantienen la estructura del club y los que tiran del carro, y eso da mucha consistencia.

--¿Y en lo extradeportivo?

--Cuando llegué estaba Soláns, que yo creo que llevaba muy bien la gestión. Era un presidente que trataba a todo el mundo con mucho respeto y no se metía en nada de lo que no era su ámbito. Con Agapito ya empezaban a cambiar un poco las cosas, pero desde fuera no sé bien cómo está la cosa.

--La Real, en cambio, sí está haciendo las cosas bien.

--Llevan unas temporadas muy buenas. Lo importante es que hay jugadores de cantera buenos y el club tiene tranquilidad tanto a nivel deportivo como social.

--La afición del Zaragoza lleva fama de exigente. ¿Lo comparte?

--Si ve que el equipo le da un poco, enseguida se pone a animar; con poco, se vuelca. Ahora, cuando no ve que el equipo da lo que cree que debe dar, enseguida se enfada. Aunque en el fútbol el resultado es lo que manda; si no es bueno, todo es una mierda.