No le salieron las cosas como había previsto y deseado. Ocho partidos después y tras solo una victoria, Lucas Alcaraz fue destituido el lunes y ayer pasó por la Ciudad Deportiva para despedirse de la plantilla y miembros del club aragonés. Por la tarde, el técnico, a través del Real Zaragoza, remitió una carta de despedida en la que reinaron los agradecimientos.

Lo primero que reza el escrito es que quería «despedirse del equipo y la ciudad» y que a través de la red «era el mejor medio para no generar distracción de cara al importante choque del sábado». Reconoció que «aunque solo han sido ocho partidos» al frente del equipo, para él «ha sido un orgullo grandísimo ocupar uno de los banquillos más importantes del fútbol español».

Después comenzó con los agradecimientos. Empezó con el Consejo de Administración y Lalo Arantegui por haberle «dado la oportunidad de haber trabajado en este gran club» y por «su trato». Eso sí, añadió el granadino, «me hubiera gustado y me sentía capacitado para continuar, pero respeto su decisión», si bien en su círculo cercano reconoció también que no todo depende de la profesional y del grado de decicación, algo que en su caso ha sido innegable.

También se acordó del «cariño y colaboración» recibidos por todos los empleados del club y resaltó también al personal de la cafetería y aprovechó para transmitir sus condolencias por el fallecimiento de Joaquín Castillo, encargado de la parcela social de la Ciudad Deportiva. Agradeció también «el trato y respeto de los medios de comunicación».

Sobre la plantilla, de la que se despidió en persona ayer por la mañana antes del entrenamiento, resaltó «su trato, compromiso y entrega» y, al mismo tiempo, se mostró «convencido» de que «sacarán adelante esta situación».

VISITA DE LAPETRA

No se olvidó tampoco de la gente y la afición: «Deseo que pronto el equipo esté a la altura de esta gran afición y a la de su propia historia. No puedo olvidarme del trato y cariño que he recibido en la calle, en el día a día de todos los maños que con su amabilidad han ganado mi corazón para siempre». Por último, se despidió con un «¡aúpa Zaragoza!» y el «firme deseo de que se obtengan grandes resultados, estos que antes, a pesar de nuestro empeño, no han sido posibles».

La plantilla, además de vivir la despedida de Lucas Alcaraz y el resto de su cuerpo técnico, recibió ayer antes del entrenamiento la visita de Christian Lapetra, presidente del club, que transmitió ánimos y apoyo al equipo ante esta complicada situación que atraviesa la entidad, en descenso y con un trascendental partido ante el Extremadura en el horizonte. También estuvo presente el director deportivo Lalo Arantegui.

Ambos charlaron con el equipo en el vestuario antes de que Lucas Alcaraz se despidiera de los que hasta el lunes eran sus jugadores. Posteriormente se acercó a los medios de comunicación y resto de empleados de la entidad. Dolido por no haber conseguido los resultados deseados, pero Lucas Alcaraz se marcha del Real Zaragoza con clase y señorío.