Le ha costado a Álex Alegría dar el paso de volver a Segunda después de aquella cesión muy provechosa al Numancia. Aceptó en enero, tras no encontrar sitio en el Rayo Vallecano, igual que una temporada antes no lo había tenido en el Levante, aunque sufrió allí una grave lesión, poner rumbo a Gijón, donde ha sido un fijo para José Alberto, con 15 partidos jugados desde que arribó sobre la bocina del mercado de fichajes, los últimos once como titular, y ha anotado tres goles. El delantero debe volver ahora al Betis, con el que tiene contrato hasta el 2021, sabiendo que su futuro volverá a estar en el aire este verano, aunque su experiencia en El Molinón sí le va a servir para abrir las puertas más de par en par a la categoría de plata.

El Zaragoza, tanto en el verano del 2017 como en el pasado, tuvo al delantero cacereño en su agenda como una posible alternativa, pero el jugador se negó en redondo a cualquier posibilidad que le llegó de Segunda tras retornar al Betis de esa cesión en el Numancia al final de un curso 15-16, donde anotó 12 dianas y fue una de las sensaciones de la categoría de plata. Logró convencer a Gustavo Poyet, entonces técnico del Betis, y se hizo un hueco en la plantilla bética, pero la temprana destitución del exzaragocista en esa Liga le quitó un protagonismo que el ariete casi nunca ha tenido en la casa verdiblanca.

A Heliópolis llegó, procedente del Cacereño y para el filial en el 2012 como apuesta para ser el futuro Jorge Molina. Le avalaban su altura y su buen juego aéreo, además de su capacidad anotadora, pero no lo tuvo fácil al llegar al primer equipo. En la temporada del ascenso verdiblanco a Primera, con tres entrenadores y un éxito final firmado por Pepe Mel, solo jugó un partido. Emigró entonces a Soria y volvió para ganarse un sitio, algo que consiguió solo a medias, ya que en 25 partidos en la temporada 16-17 anotó tres goles y dio dos asistencias en su año de mayor continuidad en el primer equipo verdiblanco.

Ya en el verano del 2017, Alegría mantuvo firme su postura de no volver a Segunda y, tras dos meses repletos de incertidumbre y sin sitio por el fichaje de Sergio León, el Betis lo incluyó en el fichaje de Camarasa, con un montante global de ocho millones, para que viajara cedido al Levante. Sin embargo, sufrió en el conjunto granota una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha que le hizo despedirse de la temporada cuando esta solo transcurría por noviembre.

Ya recuperado, en el pasado verano volvió a tener varias ofertas de Segunda. La más fuerte, del Sporting, ya que Miguel Torrecilla, desde mayo del 2017 director deportivo del club asturiano tras su paso por ese mismo puesto en el Betis, donde le renovó como verdiblanco, le tenía en el radar desde su llegada a Gijón, Al final y en el último momento, Álex Alegría se marchó cedido al Rayo y dejó al equipo gijonés sin uno de sus grandes objetivos. En el club rayista se fijó una opción de compra de dos millones que desde el primer momento quedó claro que no iba a ser necesaria. En Vallecas jugó 11 partidos, nueve de ellos de Liga, sin ser titular, y sí lo fue en dos duelos coperos para anotar una sola diana.

La fe del Sporting

Con su salida del Rayo decidida tanto por el club como por el propio jugador, el Extremadura, como relevo para Enric Gallego, y el Sporting le abrieron las puertas. El conjunto extremeño se decidió por Ortuño y Álex Alegría tomó por fin el rumbo a El Molinón, con una opción de compra obligatoria en caso de ascenso de un millón de euros y negociable si el Sporting, como parece salvo muy difícil clasificación para el playoff, se queda en Segunda.

No dudó José Alberto con él y su llegada coincidió con el mejor momento del Sporting, alineando juntos al delantero extremeño y a Djurdjevic en una apuesta ofensiva que ha simplificado, quizá en demasía, el juego ofensivo del equipo gijonés. Tres goles del delantero y los minutos de calidad en marzo le hicieron acreedor para ser el Jugador 5 Estrellas de la categoría en ese mes. Todo era felicidad entonces para Álex Alegría. «Soy muy feliz aquí. Si subimos la compra es obligatoria y si el Sporting sigue en Segunda habrá que hablarlo con el Betis, pero ahí yo no pinto nada», dijo el jugador, con unas palabras donde dejaba a las claras que no le apetece en demasía ese retorno a Heliópolis, ya que sabe que va a tener que hacer las maletas en caso de ese regreso.

Con el Sporting haciendo números para una posible compra, nunca por la cantidad de esa opción para Primera, Alegría ha bajado el nivel en sus últimos partidos, donde se han revelado sus problemas en la definición, pero sigue siendo un delantero cotizado para Segunda que este verano seguro que vuelve a estar en varias agendas.