--El Betis visita al Real Zaragoza. ¿Son rivales directos?

--Sí, por supuesto. Son dos clubs con mucha historia detrás y el objetivo de ambos es el ascenso, porque solventarían los dos muchos problemas. Lo veo como un rival directo. Al Zaragoza, por la entidad, por la historia, por el apoyo social y por el grupo de jugadores que ha reunido, hay que tenerlo en cuenta. Muy en cuenta.

--En verano el Zaragoza estuvo a punto de desaparecer por los problemas económicos...

--Sé que han tenido muchas dificultades. A ver si poco a poco van arreglando todo. El fútbol está viviendo un momento difícil y ojalá el Zaragoza pueda disfrutar de más calma. El control de la Liga debe servir para eso, para que vuelva la cordura, para que no se viva por encima de las posibilidades. Los presupuestos están para cumplirlos, no se puede ir añadiendo deuda año a año. Ni el Zaragoza ni ninguno.

--Aquí se hizo una plantilla casi entera en agosto. Y está arriba.

--Me sorprende que el Zaragoza se haya ensamblado y haya hecho un bloque tan pronto. Este verano hablé varias veces con Martín González y ha hecho un trabajo excelente entre las adversidades. Que ya ande el equipo con esos 19 puntos señala una buena labor suya.

--En esas conversaciones estaba Chuli. La cesión al Zaragoza se anunció por los dos clubs y no se realizó.

--Se dio el visto bueno entre las tres partes, era la mejor posibilidad, pero los controles presupuestarios de la Liga para el Zaragoza hicieron que no se llevara al cabo. Nosotros no quisimos problemas con nadie. Si la Liga no lo iba a autorizar, pues decidimos que se quedara para que ayudara en el Betis.

--Solo ha jugado 64 minutos. Igual el Zaragoza puede retomar esa opción para enero...

--Chuli ha estado lesionado, con un problema en la planta del pie, en su pisada. Está trabajando fenomenal, ya ha tenido algunos minutos y esperamos que demuestre su capacidad. Ni el Zaragoza ni ningún club se han interesado por él para enero y ahora va citado. Si el entrenador lo tiene en cuenta, es más complicado que pueda salir.

--¿Qué le gusta del Zaragoza?

--Cuenta con un buen once, con dos delanteros que están demostrando un buen nivel. Tiene jugadores con nombre, experiencia y peso atrás, como Mario y Rubén, Dorca maneja bien el ritmo de juego y, con Borja, posee sobre todo mucha pegada. Y no me olvido de mi paisano Javi Álamo, que tiene mucho recorrido. Posee buenos jugadores y, lo más importante, está bien equilibrado en el aspecto colectivo.

--Al Betis le ha costado arrancar.

--Tras el descenso siempre hay una adaptación. Y aquí tenemos 37.000 socios, una exigencia grande que te obliga a dar el 200%. Los rivales vienen muy motivados porque incentiva jugar en un campo tan lleno y en nuestros desplazamientos también van muchos béticos. Eso tiene un punto positivo, por el gran respaldo, pero también implica una exigencia terrible.

--El Betis, sobre todo por su zona de ataque y por presupuesto, es el Madrid o el Barça de Segunda.

--No lo veo así, somos el Betis y lo que mueve el club implica una obligación real de volver a Primera, tiene que subir sí o sí. Pero la Segunda es igualada y dura. Si no somos regulares ni consistentes no estaremos arriba.

--Julio Velázquez está muy cuestionado por la afición. Ese entrenador es una apuesta suya.

--La urgencia y la necesidad de ver al Betis en Primera supone también una ansiedad desde la afición por verse en el objetivo o cerca de él para que suba lo antes posible. El comienzo ha sido difícil y el aficionado no te ve arriba. Y eso que ahora somos quintos, es decir en promoción. Para mí Julio Velázquez era una apuesta interesante y confié mucho en él. Está haciendo su trabajo y la exigencia en el Betis es continua, porque necesita estar entre los dos primeros. Todo lo que no sea estar ahí hace que aumenten los comentarios, las opiniones y las críticas. Solo los resultados darán tranquilidad.

--Fue capitán del Betis, segundo entrenador y en verano firmó tres años como director deportivo. ¿Su ilusión en esta etapa?

--Estuve nueve años entre las dos anteriores y he regresado con la idea de ver a un Betis en su sitio natural. Es lo mismo que sucede en el Zaragoza, que también ha pasado muchos apuros, pero que su espacio es la Primera. El Betis ha reducido su deuda y por ahí la tranquilidad es mayor. El problema es que lleva cinco años en un problema judicial, con la propiedad, y eso siempre puede influir en el equipo.