El portero del Real Zaragoza Álvaro Ratón tuvo que declarar el 2 de julio por una denuncia por agresión sexual en el Juzgado de Instrucción Número 2 de Carballino, su pueblo natal. El jugador, que se presentó voluntariamente ante la Guardia Civil, fue puesto en libertad con cargos y ahora está a la espera de juicio, aunque su abogado ha pedido, lo hizo ayer mismo, el sobreseimiento y el archivo de la causa. El proceso, que puede tardar unos seis meses como mínimo, tratará de establecer los hechos que se denuncian y que el entorno del portero niega con rotundidad.

Los hechos se remontan a la noche del 23 de junio en este municipio de Orense, en un bar del barrio de Las Flores. Allí, Ratón acudió con unos amigos y coincidió con la denunciante, P. B., de 45 años. Según la versión de la denunciante, el portero gallego intentó besarla y tocarla. Fue entonces cuando la mujer se resistió y supuestamente Ratón la empujó contra unas escaleras. Ante los gritos de la víctima varias personas se acercaron a socorrerla y el portero del Zaragoza huyó.

En la información, desvelada por TVG, contra quien el abogado del portero también se plantea presentar acciones legales, se explica que el presunto agresor y la víctima se conocieron el día anterior en una boda. En el local de copas, Ratón invitó a la mujer a tomar algo con él, algo a lo que ella se negó. Su reacción fue, según señala la acusación, zarandearla. Porteriormente, el futbolista intentó besarla y realizarle tocamientos a la fuerza.

La versión de Ratón difiere mucho de la de la denunciante. Desde su entorno, donde se asegura que el arquero está tranquilo aunque preocupado por la repercusión mediática y por el juicio previo que se le haga en los medios, se asegura que en ningún momento intentó besar a la mujer, que fue ella quien se le insinuó en todo momento y además se afirma que ella reconoce que le pidió a Ratón irse a un hotel, a lo que el portero se negó.

DENUNCIA 6 DíAS DESPUÉS / Todo ocurrió el 23 de junio, pero la denuncia no fue presentada hasta el 29, seis días después. Ese día, la Guardia Civil se personó en la casa del portero, ya que tanto él como su novia son de esa localidad de Orense, de unos 13.000 habitantes. Al no estar allí, los vecinos avisaron al zaragocista, que en ese momento se encontraba en la fiesta del día anterior a la boda de Javi Ros en Tudela, a la que asistió con su pareja. Ratón se puso en contacto entonces con la Guardia Civil de Carballino y por eso no se presentó hasta el 2 de julio en las dependencias acompañado de su abogado, Antonio Gea, y de uno de sus agentes.

«Álvaro acudió voluntariamente a la Guardia Civil, no se le retuvo y fue puesto en libertad de forma inmediata en cuanto declaró», aseguró a este diario Gea, que añadió: «Si hubiese sido algo de la magnitud que se ha dicho, a Álvaro no se le habría dejado presentarse tres días después sino que se le hubiera retenido de inmediato en Zaragoza».

«No hay una sola prueba en la que se pueda demostrar lo que se declara en la denuncia. Hay contradicciones e incongruencias y, además, en los testigos que aporta ella ninguno comparte su versión». Hasta cuatro testigos declaran en la denuncia de la mujer.

CONFIANZA EN EL CLUB / «Hemos pedido hoy (por ayer) el archivo y el sobreseimiento de la causa y pensábamos que la causa se iba a archivar en el mismo día que nos presentamos a declarar, pero al final no fue así», concluyó el letrado del portero zaragocista, que ayer emitió un comunicado después de que se enterara tras el entrenamiento de que la noticia ya se había hecho pública. En él admite haber vivido uno de los peores días de su vida y pide respeto además de manifestar su confianza para que se resuelva el caso con la mayor brevedad.

El club también se ciñó a un comunicado para dar una respuesta, teniendo en cuenta que en el Zaragoza había personas que ya conocían el caso y otras que se enteraron ayer. En privado, la confianza en Ratón es absoluta y no se tienen dudas de que la jueza dictaminará el archivo de la causa. De hecho, la jueza que tomó la declaración no es la titular del juzgado, ya que en ese momento se encontraba de vacaciones.

Desde el principio, el abogado del jugador ha estado en contacto con el letrado del Zaragoza y se trató de evitar por todos los medios que el asunto trascendiera. Ratón es muy conocido en el municipio de Carballino y de allí es también su pareja. Se conocen desde niños y en la noche del 23 de junio no acompañó al portero en esa salida nocturna. En el Zaragoza y también en el municipio, según ha podido constatar este diario, se admite la estupefacción, porque el guardameta gallego, en público y en privado, siempre ha demostrado una profesionalidad y una corrección absolutas. En el club, de hecho, se cree totalmente en la inocencia del arquero y se espera que el asunto no perjudique ni a su carrera deportiva ni al equipo.