Fruto de un despegue que le ha llevado a firmar con triunfos los últimos tres partidos, en los que además no ha encajado goles, el Zaragoza se presenta en el Estadio Ángel Carro de Lugo con la posibilidad de asaltar la cabeza por primera vez en esta Liga, en la octava jornada en concreto. Si gana por más de un gol, o vence por la mínima y el Sporting no supera al Leganés, estará en zona de playoff, en promoción de ascenso, ya que Betis y Las Palmas, dos de los enemigos que le preceden, se miden esta mañana. No quiere presionar Víctor Muñoz a sus jugadores con la palabra ascenso, dadas las circunstancias y las limitaciones que tuvo el club en verano, pero pisar esa zona por primera vez y alcanzar el repóker de triunfos, es decir una racha más que respetable, supondrían un botín más que valioso con el que regresar en autobús tras el choque.

Baste decir que el equipo pisó zona de promoción el curso pasado en enero, cerca de concluir la primera vuelta, y hoy lo tiene a tiro el 12 de octubre cuando Zaragoza celebra su día más grande del año, aunque no será fácil llevarse el triunfo de Lugo. Nada fácil. De hecho, Víctor deslizó que un empate en el Ángel Carro también tendría su valor. Sabe por qué lo dice. El Lugo, que ganó al Zaragoza los dos partidos en la temporada pasada, ambos por la mínima y sin poder derribar la portería gallega, suma en la actual los mismos 12 puntos que los de Víctor, solo ha perdido un partido de siete en este curso y en cinco de ellos dejó su portería a cero.

El sello de Quique Setién, que está en su sexta campaña en el Lugo, está más que impregnado, porque este rival apuesta por el balón y juega bien al fútbol, buscando siempre la iniciativa, más aún ante su afición. De eso advirtió Víctor, que espera un choque donde el Zaragoza deberá tener paciencia y ajustar la presión y la intensidad defensiva.

Es cierto que el Zaragoza ha mejorado mucho en esas facetas, que es un equipo competitivo, sobrio en defensa y que ya no frecuenta los despistes que le hicieron perder puntos ante Osasuna y Sabadell. Le falta, claro, generar algo más de fútbol, un poco al menos, porque le cuesta un mundo fabricar juego y crear ocasiones de gol, si bien ha vivido hasta ahora sobre todo del olfato de Borja y del talento de Eldin, dos de las mejores irrupciones en este comienzo de curso.

La fortaleza defensiva que ha llevado al Zaragoza a no encajar en los últimos 273 minutos, gracias también a un Whalley en gran estado de forma, tendrá hoy un obligado retoque con la baja de Cabrera, que está en Uruguay por un juicio, para que regrese Rico, que se lesionó ante el Sabadell después de que su nivel en el lateral zurdo diera para más sombras que claros. Cabrera había sellado esa banda en los últimos partidos y, en Lugo, Rico, tras superar una lesión muscular, tiene un examen que debe superar. No se prevén muchos más cambios, si acaso la irrupción de Lolo en la medular por Galarreta, que ha estado toda la semana entre algodones.

VUELVE RICO

El partido medirá como delanteros de ambos equipos a dos exdeportivistas, ya que Luis Fernández y Borja Bastón compartían ataque en Riazor el curso pasado, y enfrentará a dos enemigos que llevan más de un mes sin perder. Los dos no lo hacen desde la tercera jornada, cuando ambos cayeron goleados, en el Mini Estadi los zaragocistas y en el estadio de Gran Canaria los pupilos de Quique Setién. Es decir, dos rivales que cotizan al alza y que buscan dar continuidad a su buen momento.

La mejor continuidad para el Zaragoza sería ese asalto a la zona de promoción, una conquista que reforzaría la idea y la evolución que Víctor quiere en su equipo, que aún con dudas y sombras es evidente que anda en progresión. Y ésta no se debe detener en el Ángel Carro.