El partido entre el Huesca y el Real Zaragoza en El Alcoraz encierra muchos matices que van más allá del concepto de derbi territorial. Se trata de un enfrenatmiento de escasa tradición, se puede decir que es de reciente creación. El gran momento que atraviesan los oscenses, fruto de su crecimiento paulatino, se contrapone a un estancamiento histórico del club zaragozano en la división de plata. Este partido, además, reune a las dos escuadras cuyos onces iniciales presentan una mayor juventud. Tal es así que, dejando los filiales a un lado, el derbi aragonés se disputará entre los equipos de menor edad en el campeonato.

Cada entrenador manejará sus piezas disponibles en función de las necesidades del equipo, pero tanto Huesca como Real Zaragoza tienen una serie de jugadores asentados en un once tipo. En ambas pizarras se puede apreciar una característica común, la gran juventud de la mayoría de sus futbolistas. Dos plantillas repletas de chavales, donde algunos de ellos ya opositan con firmeza a, en un futuro no muy lejano, poder formar parte del atractivo contexto de la Primera División. Gonzalo Melero, Borja Iglesias, Aleix Febas o Álex Remiro, son estandartes en sus equipos, además su nombre ya se encuentra dentro del escenario de los jugadores jóvenes con mayor capacidad de proyección

En los últimos encuentros, el Huesca ha sacado a relucir el potencial de su plantilla, donde los chicos de menor edad han copado la mayoría de comentarios positivos sobre la dinámica del conjunto de Joan Francesc Rubi. Atendiendo a las contiendas recientes que ha disputado la escuadra azulgrana, la media de edad ronda los 25,1 años. Es en la parcela ofensiva donde más chavales hay, con Gallar, Melero, Vadillo y Cucho, parte del cuarteto más desequilibrante del Huesca y que apenas promedian 22 años entre todos. Una muestra inequívoca de la mina de diamantes que es el club azulgrana.

El Real Zaragoza se mueve en torno a la cifra que marca el equipo del Altoaragón, aunque un tanto más elevada. Cristian Álvarez, Alberto Zapater, Gaizka Toquero y Mikel González constituyen el núcleo experimentado del bloque zaragocista. Son los jugadores de mayor peso, aquellos que ejercen su condición dentro y fuera del campo. Aportan veteranía a un grupo que rebosa juventud por todas sus líneas. La llegada de la esperanzadora hornada de jugadores procedentes del Deportivo Aragón, sumados a los fichajes que realizó Lalo Arantegui durante este pasado verano integran una plantilla de poca edad.

El once titular que habitúa a alinear Natxo González roza los 26 años de edad. Aunque esta cifra se ve modificada si el canterano del Real Zaragoza Raúl Guti parte desde inicio. Si el centrocampista zaragozano parte de titular la media se aproximaría a los 25,6 años. El siguiente equipo sería el Lorca de Curro Torres, una escuadra que sufrió una profunda reforma en verano con motivo de su ascenso a Segunda y presenta un equipo titular que ronda los 26,4 años de media.

Ambos conjuntos llegan al derbi con siete partidos sin conocer la derrota a sus espaldas. Con una situación en la tabla algo dispar, pero bajo la conciencia de que, en esta categoría, todo puede cambiarse en apenas 90 minutos. Al pisar el césped de El Alcoraz se verán dos plantillas con posibilidades de batallar por grandes objetivos y muchas caras jóvenes que, posiblemente, veremos pronto por Primera.