Rubén Baraja asegura no perder un solo segundo en preocuparse por su situación personal y en la posible repercusión en su futuro de más resultados negativos. El técnico afirma estar centrado únicamente en el trabajo y en dar a sus futbolistas las «herramientas adecuadas» para dar «un paso adelante en personalidad y carácter porque agachando la cabeza no se crece ni se mejora». De hecho, el vallisoletano se siente «bien, con energía y ganas» producto de una gran confianza en sí mismo. «Es mi forma de ser. Creo mucho en lo que hago y en mis jugadores. Ellos se esfuerzan y, con la fortaleza mental que están teniendo, las cosas acabarán saliendo», asevera. «El equipo se esfuerza y entrega con sus fortalezas y debilidades, y yo trato de sacar lo mejor de mí como líder para mandar a los jugadores un mensaje de fortaleza y seguridad», reiteró en la rueda de prensa previa al partido ante el Mirandés en Anduva.

El entrenador se muestra convencido de que una victoria lo cambiará todo. «Los malos resultados hacen que el jugador no tenga toda la confianza, pero si el equipo logra ganar en Miranda y se muestra competitivo va a crecer. Tenemos que levantar la cabeza y creer en nosotros mismos, no agacharla y desistir en el intento tras cometer un error. No puede ser que, si fallo, mi rendimiento baje en el partido», expuso Baraja, que insiste en que «agachando la cabeza no se crece ni se mejora» en referencia a la segunda parte del pasado domingo ante el Sabadell, en la que «el equipo entró en una precipitación y un descontrol que no podemos permitirnos».

Habrá cambios, es evidente. Así lo impone el rigor de un calendario que obliga a jugar cada tres días. «Es normal que vayamos variando y dar posibilidades a gente que también trabaja en el día a día. Se trata de encontrar el rendimiento estable y saber lo que cada jugador puede darnos en cada momento. En algunos casos ya lo sabemos y otros están en crecimiento, pero ni aquí ni en ningún sitio hay tiempo ni paciencia y tenemos que gestionar eso haciendo autocrítica y analizando lo que vamos viendo».

/Entre las novedades podría estar la inclusión de James Igbekeme en la medular. El nigeriano, que reapareció el pasado domingo después de tres meses y medio sin jugar, tiene opciones de debutar como titular esta temporada, aunque Baraja no quiso confirmar su presencia en el once. «Viene de una lesión larga y, aunque su puesta a punto está siendo positiva, el otro día le costó entrar en el partido porque coincidió con un momento en el que no teníamos esa pausa para controlar el choque. James nos tiene que dar ritmo y un paso adelante porque tiene eso y piernas a pesar de su estatura. Y nosotros debemos gestionar los minutos para que su crecimiento sea lo más rápido posible», expuso el preparador.

A pesar de las sensaciones, Baraja no cree que el Zaragoza vaya hacia atrás. Admite que el equipo «debe generar más en ataque aunque ante el Sabadell creamos suficientes ocasiones en la primera parte como para habernos adelantado», pero rechaza que se haya perdido solvencia defensiva. «Si el equipo está afianzado en algo es en el orden y en que defensivamente es sólido y eso nos va a dar cosas durante la temporada», indicó el técnico, que, en todo caso, reconoce que «hay cosas que tenemos que cambiar. El equipo está haciendo cosas bien y otras no tanto y debemos encontrar ese punto intermedio en cuanto a ritmo, ida y vuelta, ser presionantes, transitar hacia delante, tener la pelota y prevenir la pérdida, crear peligro a balón parado y ser defensivamente fuertes. Son muchas cosas pero estamos en ese proceso de encontrar lo que cada jugador nos puede dar».

Espera un Mirandés peligroso. A pesar de que todavía no ha ganado en casa (una derrota y tres empates), la verticalidad y el juego dinámico de los burgaleses obligan a competir «mejor» a un Zaragoza cuyo técnico es consciente de la envergadura del adversario. «Es un equipo con ritmo, intenso y con buenos jugadores con piernas y energía. Va a tener la pelota y lo que tenemos que hacer nosotros es creérnoslo y dar un paso adelante. Si hacemos las cosas bien tendremos opciones de ganar el partido, pero hay que estar muy concentrados».

Por otra parte, Baraja afirmó que Francho tendrá «su momento». Al igual que Raí, que apenas ha tenido unos minutos, y Francés. «Cuando están en plantilla es porque son opciones para elegir. Lo que tienen que hacer es trabajar como lo están haciendo para ponerme las cosas difíciles», expuso el técnico blanquillo. «Cuando llegue su momento estarán listos. La exigencia es máxima y todo el mundo tiene que estar preparado», afirma.

También Nick, que volvió a la titularidad ante el Sabadell aunque, por primera vez, como pareja de Eguaras en el eje. «Viene de estar en el primer equipo la pasada temporada aunque sin mucha aportación. Hay que tener paciencia, dar oportunidades y confianza para que vaya entrando aportando cosas al equipo para que, con el tiempo, se convierta en un jugador importante», expuso el entrenador zaragocista, que apela a no adelantar en exceso las fases del proceso. «Uno no pasa de jugar uno o dos partidos con el primer equipo a participar en 25. Todo lleva su tiempo salvo irrupciones excepcionales y se trata de que Nick vaya creciendo durante la temporada».