La cuerda se ha tensado al máximo en el vestuario del Real Zaragoza como consecuencia de la filtración por parte del club de que quiere prescindir por cuestiones deportivas y económicas de Paredes, Movilla, José Mari y Porcar. Pese a que desde la institución se ha asegurado que no se apartará a ninguno de ellos en el caso de que no se produzcan las salidas en enero, la plantilla, según dice Barkero, ha cerrado filas solidarias con estos profesionales. "El vestuario está unido y todos vamos a una. No son situaciones fáciles. Yo siempre digo que mis compañeros están por encima de todo y les voy a apoyar a muerte".

La declaración de intenciones del futbolista vasco, quien ya se encuentra en condiciones para volver al equipo, ratifica la cada vez más irrespirable atmósfera que se vive en una grupo que se siente "solo" como confirmó el propio Barkero ante una pregunta de la prensa en este sentido. "No es fácil trabajar así y el jugador lo nota y pierde confianza cuando todo está en tu contra. Intentas aislarte, pero en ocasiones no lo logras". El único antídoto o calmante, explica, "es ganar partidos".

Sobre el estado de ánimo de los señalados, Barkero cuenta que "están enteros, aunque no es fácil estarlo cuando no te quieren en un sitio. Le darán muchas vueltas a la cabeza, seguramente durante las 24 horas. Nosotros intentamos que no lo hagan, que se sientean acompañados".

En el aspecto deportivo, Henríquez sigue sin entrenarse, por lo que su presencia en El Molinón el próximo domingo a las 12.00 horas parece más que improbable.

El brindis de García Pitarch

Al final del ensayo de esta mañana, el director general del Real Zaragoza ha brindado con los medios de comunicación por un año de bienes y "por el ascenso". García Pitarch ha confirmado que no habrá despidos si el club no encuentra destino a los jugadores a los que se les ha "recomenado" una desvinculación laboral. También ha dejado entrever que ocurra lo que ocurra, es muy posible que no se produzan más incorporaciones.