El Tartiere alumbró, el pasado sábado, el debut goleador de Soro con la camiseta del primer equipo del Real Zaragoza. Como lo hizo hace casi quince años con Cani, uno de los últimos referentes del zaragocismo. También él se rinde al fútbol del ejeano, con el que la comparación se antoja casi inevitable. A Cani también le encanta Soro, al que otorga su bendición. «Es buenísimo. Un jugadorazo». Alto y claro. Como lo era él, Soro es un mediapunta exquisito. De esos que entran por los ojos. «Me llamó la atención el primer día que lo vi. Fue el año pasado, en el División de Honor juvenil. Me encantó. Es un jugador diferente de los que te cambian un partido en cualquier momento», afirma.

Pero el zaragozano huye de comparaciones y paralelismos. «No me han gustado nunca. Eso es cosa de los periodistas. Podemos parecernos en algunas cosas, como en el estilo o en la posición, pero solo eso», asevera. Parecidos, pero no iguales. Para ello, Cani se apoya en el tanto marcado por Soro en Oviedo. «¿Ve? Es un gol de oportunista, de acudir al rechace. Yo no tenía eso. En mi caso, me habría quedado mirando a los focos. No es un gol con el que me viera reflejado», asegura. Más similar al tanto de hace quince años en el Tartiere fue el que anotó Soro en pretemporada a última hora frente a la Real Sociedad. Quiebro, cambio de ritmo, arrancada letal y disparo certero. Gol. «Ese sí que se pareció más. Yo me lo tenía que hacer todo para marcar porque carecía de ese instinto y el oportunismo que sí demostró Alberto el otro día».

Cani no lo duda. Soro es «buenísimo», insiste, pero «lo mejor está todavía por llegar». Por eso, apela por mantener la prudencia, aunque tiene claro que las esperanzas del zaragocismo en el ejeano tienen todo el fundamento del mundo. «No se exagera con Soro. Para nada. Estamos hablando de un futbolista que deja entrever mucho. Es cierto que cuando uno empieza tan bien y es tan joven como él, siempre se tiende a exagerar, pero no es el caso».

Para Cani, Soro «no tiene solo detalles de gran jugador, que también, sino que es un futbolista de gran calidad que, además, puede cambiar él solo el devenir de un partido y eso es lo más difícil en el fútbol. Estoy convencido de que va a ser un jugador importante de Primera División y, si sigue, con esa progresión, me quedo corto». El porvenir, en su opinión, no solo dependerá de la indudable calidad futbolística del zaragocista, sino de «muchos factores», entre ellos, la capacidad de Soro para sobreponerse a las adversidades. «Acaba de empezar y el fútbol profesional no es un camino de rosas. Le pasarán cosas, no siempre buenas, y en función de cómo reaccione ante ellas y logre superarlas, llegará a más o a menos».

JUGADOR «DE VERDAD» // En todo caso, Soro es ya «un jugador de verdad» que necesita minutos. Por eso, Cani defiende la misma filosofía expuesta por el club en numerosas ocasiones respecto al ejeano. Con apenas 19 años, «necesita jugar». Y, para Cani, su trayectoria y los méritos acumulados le han hecho merecedor de un hueco en el primer equipo. «Está claro que es el entrenador quien debe gestionar este tipo de cosas, pero Soro necesita jugar y lo que no tendría sentido es que no lo hiciera ni en el primer equipo ni tampoco en el filial», expone. Y, de momento, el canterano cada vez cuenta con más minutos con Idiakez. «Es que, si sigue así, será incluso titular», anticipa Cani.

Y lo haría en un equipo «muy bueno», un factor que, para el de Torrero, contribuye decisivamente a favorecer la progresión del mediapunta. «Además de su capacidad, Soro está teniendo la suerte de pertenecer a un buen equipo con grandes jugadores en el que puede ir creciendo poco a poco. Cuando el equipo va bien y los resultados llegan, todo es más sencillo. El momento es inmejorable para crecer».

Además, está Zapater, el anfitrión idóneo para acelerar al máximo el proceso de adaptación del recién llegado y otro elemento «clave» en la progresión del canterano. «Sin duda, estamos hablando de un valor añadido. Con él al lado, Alberto Soro está en las mejores manos», apunta Cani.