El Real Zaragoza volvió a sumar fuera de casa. Lo hizo ante uno de esos rivales catalogados de incómodo. El Reus es un equipo seguro de sí mismo. Se siente muy cómodo con el estilo que practica. Toma la pelota, hace jugadas largas, abre a banda, centra... La escuadra de López Garai cansa a sus adversarios porque impide que el visitante sea el protagonista. «El Reus te obliga a correr detrás del balón y eso nos ha costado, ya que no es nuestro estilo de juego», aseveró Bernardo Tapia. Ayer no habló Natxo González en rueda de prensa, estuvo cumpliendo su partido de sanción junto a Lalo Arantegui.

La primera parte fue un combate cuerpo a cuerpo. Con un Reus buscando con ahínco a Lekic, el tallo serbio que cazaba todos sus balones por alto. Mientras, el Real Zaragoza consiguió encontrar argumentos para derrumbar el muro rojinegro. «Hemos roto su dinámica de seis partidos seguidos en casa sin recibir un gol», dijo el segundo espada zaragocista. El gol de Toquero gracias a la portentosa cabalgada de Diogo Verdasca abría un nuevo horizonte para los locales. Debía de reponerse a un gol en contra en el Nou Estadi. «Sabíamos que teníamos la necesidad de salir bien en al segunda parte, pero no hemos sido capaces». Tras la vuelta de bastidores llegó el tanto del empate. Lekic terminó marcando, fruto de la insistencia y una bonita jugada del zaragozano Jorge Miramón. «Cuando te marcan recién salido del vestuario es que algo ha fallado. No solo es demérito del Real Zaragoza, algún mérito tendrá el Reus para haber marcado el gol tan pronto. Ese tanto fue una inyección de moral para ellos», explicó Bernardo Tapia.

El tanto dejó aturdido al conjunto zaragozano, que perdió en escasos segundos la renta que había cosechado en la primera mitad. «Nos costó reaccionar a su gol. El equipo ha trabajado como esperábamos, pero no hemos tenido el balón como queríamos. Cuando no eres capaz de controlar te toca defender y ser sacrificado. Hemos buscado no encajar más», relató el segundo técnico zaragocista. El Reus puso sobre el césped más argumentos para hacerse con los tres puntos, pero le faltó una mayor eficacia de cara a la meta custodiada por un Cristian Álvarez que volvió a contabilizar acciones de vital significado para el equipo. El rosarino no pudo hacer nada ante el gol local, un remate con la testa. Imparable. «Es mérito del rival que en tres partidos no hayamos pasado ningún apuro a balón parado y que nos hayan hecho sufrir», comentó Bernardo.

El segundo preparador zaragocista explicó que «no hemos estado todo lo brillantes que hemos intentado. Hemos sacado un punto de un campo donde pocos lo hacen. Veremos al final de la jornada que nos parece el empate, igual nos parece una auténtica maravilla, que yo creo que lo ha sido». El siguiente encuentro será en La Romareda ante el Sporting. Un partido de altos vuelos y que tendrá una gran importancia en los intereses del equipo: «El playoff pasa por seguir sumando», aseveró ayer Bernardo Tapia.