Borja Bastón ya ha igualado los 10 goles de su mejor temporada en Segunda, los que firmó el curso pasado con el Deportivo. Hace semanas, prácticamente desde el inicio de su cesión al Zaragoza, que se adivina que el delantero madrileño está en el año de su explosión definitiva, en la temporada, la cuarta consecutiva en la categoría de plata, en la que va a presentar números y fútbol para dar el salto a la élite en la próxima.

Esa es la intención del Atlético y de sus representantes, aunque su gran inicio ya haya llamado la atención de clubs para este enero, aunque salvo giro imprevisto acabará su cesión por una temporada en el Zaragoza. Sin embargo, en las últimas semanas, el ariete madrileño ha ralentizado su marcha anotadora, con un solo gol en las cinco últimas jornadas, ante la Ponferradina, precisamente en la única victoria zaragocista en esos cinco partidos.

El ariete se plantó en la undécima cita liguera, con 9 goles en 10 partidos, ya que se había perdido el debut liguero en Huelva al no estar aún con el Zaragoza porque no se había resuelto todavía su desvinculación del Deportivo. Por entonces, tras la derrota ante el Tenerife, parecía que era cuestión de muy poco tiempo que Borja firmase su récord anotador en Segunda --4 goles hizo con el Murcia, 9 con el Huesca y 10 con el Deportivo--. Había anotado ante el Sabadell (1-1), el Alavés (1-0), el Llagostera (0-1), el Racing (2-1), el Tenerife (2-3) y llevaba dos dobletes, ante Lugo (3-3) y Alcorcón (1-3). Con esas nueve dianas había colaborado en cuatro victorias y dos empates y su ritmo anotador era para rondar los 35 goles al final de temporada manteniendo esa progresión de tantos anotados y minutos.

DESCESO DE RENDIMIENTO

Ahora su producción ha caído, ya que con 10 goles en 15 encuentros su promedio es para acabar con unos 27. Solo lleva ese tanto frente a la Ponferradina, en el estreno de Ranko Popovic en el banquillo, después de que su rendimiento bajara de forma clara en los últimos partidos con Víctor Muñoz. El técnico aragonés se esforzó en demasía en señalarlo en público para subir su implicación defensiva. Por ahí todo es opinable, pero lo cierto es que Borja, además de marcar, es vital para el juego de ataque. También por sus asistencias. Eldin ante el Barça B y el Albacete, Jaime contra el Racing y Pedro frente a la Ponferradina pueden dar fe de ello.

Sin embargo, un delantero vive del gol y Borja no está viendo puerta con tanta facilidad como hace unas semanas, donde era la gran amenaza de Rubén Castro para pelear por el Pichichi. Ahora el bético, con 13 dianas, le aventaja en tres, pero Borja quiere reencontrar el camino y volver a una senda que le haga superar ya esta misma tarde su récord anotador en la categoría de plata.