Borja Iglesias fue uno de los futbolistas del partido. Puede que el mejor. Un pilar que al término del partido saltó junto a sus compañeros a vibrar con la hinchada que seguía animando con el campo vacío. El partido hacía minutos que había terminado, pero ahí seguían. «Ha habido un ambiente increíble. Lo que se vive aquí es difícil verlo en otro lado. Yo no lo había visto nunca», comentó atónico el punta gallego.

Lo que se vivió al término de la contienda fue muestra de la comunión que se vive entre los seguidores y los jugadores. Una relación feliz, que se plasma en todos los partidos que disputan como local. «Sabemos lo importante que es tener a la gente de nuestro lado. Lo hemos conseguido y notamos que es un plus». Así lo describió Mikel González. Satisfecho por ser equipo de playoff y por la corriente favorable que se ha gestado entre todo el zaragocismo. Algo que ha culminado con el cumplimiento del objetivo zaragocista. «Estamos muy contentos por conseguir el objetivo. Sabíamos lo difícil que era y el equipo siempre ha creído y ha trabajado por ello», explicó Borja Iglesias a la conclusión del encuentro de ayer frente al Valladolid, en La Romareda.