La frustrante realidad, porque frustrante ha sido varias veces la manera en la que terminaron temporadas plenas de ilusión, es que el Real Zaragoza cumple su octava campaña consecutiva en Segunda División y que camina por la actual al borde de un hondo precipicio del que, de la mano de Juan Ignacio Martínez, empieza a dar con el norte y pelea por escapar. Es extraño que en el fútbol no sea así, por el trascendental peso específico del gol en el destino de este negocio, pero en el Real Zaragoza contemporáneo, y muy especialmente en el de los años más cercanos, la influencia de los delanteros en la salud de los diferentes equipos ha sido directa y tremenda.

El Zaragoza de estos tiempos ha basado su filosofía en tres patas: cantera, tratar de hacer patrimonio fichando jugadores en propiedad (el resultado ha sido alguna joya económica como Pep Biel, varias buenas decisiones como Cristian o Eguaras y ahora Bermejo, Chavarría o Narváez y una gran mayoría de jugadores que quedarán en el olvido) y la apuesta por ‘nueves’ cedidos ante la imposibilidad financiera de abordar traspasos.

Aunque de un modo u otro el final del camino ha sido el mismo, seguir en Segunda, las plantillas que aspiraron al ascenso lo hicieron porque el acierto en las elecciones de los puntas fue extraordinario y las que fracasaron y pusieron en riesgo el futuro habitualmente acabaron mal por la razón inversa. Acarició la Primera División el Zaragoza 14-15 de Borja Bastón y Willian José o el de la 17-18 de Borja Iglesias o el de la última campaña de Luis Suárez y Javi Puado. Fue una absoluta decepción el de la 18-19 de Álvaro Vázquez y Marc Gual, como el de la 16-17 de Samaras y a pesar de Ángel.

En la temporada 20-21, la que vivimos peligrosamente, el tiro ha salido por la culata. A excepción de Narváez, que está justificando su contratación sin ninguna duda con un nivel notable, la nula aportación de Toro Fernández y Vuckic ha arrastrado al equipo hasta las profundidades. Por eso es tan importante que Miguel Torrecilla afine la puntería en su disparo principal en este mercado. El delantero que fiche dará, en gran parte, la medida del Zaragoza de aquí al final de Liga.