Es innegable el cambio en la cantera zaragocista y en su importancia en el primer equipo desde que arribó al club Lalo Arantegui como director deportivo en febrero pasado. El protagonismo ahora de los Guti, Pombo, Lasure y Delmás, todos titulares en los últimos partidos, aunque el lateral derecho se cayó ante el Tenerife y entró Benito, y la presencia de otros jugadores como Raí o Zalaya, además del guardameta Ratón, responden a una apuesta clara de futuro. Todos están blindados con cláusulas de 6 millones de euros -la de Guti podría alcanzar hasta los 8 en algunas circunstancias- y la idea de la SAD es no negociar por ninguno y que sean la base de un proyecto donde se sumaran algunos del filial, como Pep Biel o Torras, aunque este anda ahora lesionado de gravedad, y sobre todo y a dos años vista el Zaragoza que es segundo en la División de Honor Juvenil.

Todos los integrantes, excepto dos, de ese equipo que dirige Javier Garcés tienen contratos como mínimo hasta el 2020. Y todos, ahora mismo, con una cláusula entre los tres y los cuatro millones. Además, el club les puede hacer contrato profesional (como el que tienen ahora mismo los Delmás, Lasure, Zalaya, Guti…) casi en cualquier momento, en cuanto jueguen 5 partidos con el primer equipo o prácticamente de forma unilateral.

Ayer, en el amistoso del primer equipo ante el Henan Jianye ya se pudo ver a algunos juveniles como Soro, David Vicente, que ya debutó en Copa ante el Valencia, Jesús Álvarez, Marc Aguado o el costamarfileño Sanogo, que empezará a jugar ahora en el División de Honor. Hasta la llegada de la actual dirección deportiva, muchos de los contratos de los jugadores de la cantera acababan en el último año del juvenil, con lo que la sartén por el mango solía acabar en el lado del futbolista y de sus agentes. Ahora, como se ve, ya no es así y la idea de base del club es no negociar por ninguno. Eso sí, las limitaciones económicas del club son las que son, aunque esas cláusulas en los juveniles están fuera de mercado.

También lo están las cláusulas de los jugadores de la cantera que están en el primer equipo. Esos seis millones no es una cifra asequible y que se pueda considerar a pagar por un futbolista que, como en el caso de Pombo, Lasure, Delmás, o Guti, está en su primer año en el primer equipo y en Segunda. La idea del club es que todos ellos sean una base importante para el próximo año donde, salvo reacción excepcional en esta segunda vuelta, el sitio seguirá en la categoría de plata.

LAS RENOVACIONES

De todos, es Guti el que más proyección está teniendo por un jugador que no deja de crecer y que ya blindó el Zaragoza hasta el 2022 a finales de octubre tras una primera renovación a primeros de septiembre por dos años. Lasure y Delmás firmaron hasta el 2021, mientras que Zalaya tiene hasta 2018 con opción de prorrogar tres temporadas más. Raí, por su parte, también firmó en abril pasado, después de un tira y afloja en las negociaciones, hasta el 2021.

Pombo, por su parte, tiene contrato hasta el 2020, el que firmó el pasado mes de abril cuando desde el filial dio el salto al Zaragoza de Láinez siendo importante en la salvación en la temporada pasada. Restaría Ratón, al que le dio el paso al primer equipo la anterior dirección deportiva (Narcís Juliá) y que tiene vínculo hasta el 2019.

Tenía claro Lalo que las limitaciones salariales por parte de la Liga de Fútbol para el Zaragoza solo podían tener respuesta en un proyecto de futuro para construir un equipo donde la cantera fuera importante. Y eso requería de tiempo y de un entrenador mentalizado en la necesidad de esa apuesta. Por eso, y por otras razones, apostó fuerte por Natxo González como técnico.

EL PAPEL DE NATXO

Al preparador vitoriano se le pueden poner objeciones por los resultados de un equipo que hasta ahora no ha sido ni consistente ni regular. Sin embargo, es indiscutible que no ha dudado con los canteranos, salvo si acaso con Lasure, al que tardó mucho en meter en un lateral zurdo muy inestable con Ángel, Alain o hasta Benito. Natxo aceptó en mayo pasado que Pombo, Lasure, Delmás, Zalaya y Raí formaran parte de la plantilla del primer equipo (Ratón ya estaba desde el 2016) y al entrenador le entró por el ojo desde que lo vio Guti, que fue el sexto en llegar, mientras que Raí y Zalaya han pasado a jugar con el filial ante la falta de oportunidades con el primer equipo.

La situación actual no tiene nada que ver con las de los últimos años. En la 13-14, la primera temporada en Segunda solo Diego Rico, traspasado en 2016 por un millón, fue fijo, además de Laguardia tras su regreso después de salir en el 2011. En la 14-15, Whalley tuvo protagonismo al principio de curso, lo mantuvo Diego Rico e irrumpió con fuerza Vallejo, mientras que Alcolea jugó ocho partidos, pero no dejó de ser el tercer portero de ese curso tras Whalley y Bono. En la 15-16 siguieron Vallejo, ya traspasado al Madrid por 6 millones junto al meta Darío Ramos y cedido después al Zaragoza, y Rico, mientras que Sergio Gil disputó 17 partidos antes de marcharse al Lugo tras una agria polémica con el club por su contrato y previo pago de 210.000 euros.

El curso pasado (16-17), tras vender al Villarreal al juvenil Álex Millán (350.000 euros), regresó Edu García, tras estar cuatro años fuera del Zaragoza, tuvo algo de protagonismo Ratón y, en el tramo final, Pombo. Estas temporadas han pasado por el primer equipo muchos futbolistas de tránsito efímero: Xiscu, Buenacasa, Olaortua, Kilian, Tarsi, Diego Suárez, Ortí, Tierno, David Muñoz, Adán Pérez, Meseguer... Todos ya se fueron. Ahora, la historia es diferente.