Desde que en los primeros días de enero se cerró la cesión de Pombo al Cádiz con una opción obligatoria en caso de ascenso de 1,2 millones por el 75% del pase el Zaragoza comenzó a desear que fuera el conjunto gaditano, entonces líder, el que acompañara al conjunto blanquillo en el retorno a Primera. Con altibajos desde entonces, pero el Cádiz no perdió esa plaza y selló la gloria el domingo, lo que supuso el automático adiós del canterano a la entidad y un importante ingreso para las arcas zaragocistas, que será aún más vital si el club no logra el objetivo de subir. Pombo, que tenía contrato en el Zaragoza hasta el 2023, firma por el Cádiz por un año más, hasta el 2024, si bien su poca aportación con Álvaro Cervera y los 36 futbolistas que tiene en nómina la entidad amarilla le auguran una muy probable salida este verano, casi seguro en forma de cesión.

Así, Pombo no tiene fácil cumplir el sueño de debutar en Primera la próxima temporada, pero su tormentosa relación con el Zaragoza ya tiene capítulo final, más allá de ese pequeño porcentaje de derechos económicos que se ha reservado el club en caso de una hipotética venta posterior de la entidad gaditana. El futbolista protagonizó una eterna y difícil negociación para renovar con el Zaragoza, que le puso en el escaparate el verano pasado, cuando le restaba un año de contrato. Primero, la pretensión era obtener en torno a los 1,5 millones de euros, pero esa idea fue bajando, el Extremadura llegó a ofrecer medio millón y el verano acabó con posibilidades del Deportivo y del Granada, esta última de 100.000 euros.

Después, Pombo y el Zaragoza pactaron una renovación hasta el 2023 y el futbolista volvió a tener sitio en los esquemas de Víctor. La idea era que la temporada actual le sirviera de escaparate para un traspaso, pero la irregularidad del futbolista le volvió a pasar factura y la única solución pasó por una cesión al Cádiz que suponía una operación muy ventajosa para el Zaragoza si se consumaba el ascenso y así ha sido.

Pombo ha tenido una participación residual en el Cádiz, donde ha jugado en 10 partidos, con 226 minutos en total y solo fue titular frente al Numancia. El futbolista zaragozano, por ejemplo, no ha participado en los dos últimos partidos del conjunto gaditano, que se ve obligado a adquirir su pase, lo mismo que el de otros cinco futbolistas más: Iván Alejo, Choco Lozano, Álvaro Giménez, Nano Mesa y Malbasic. En total, 12 millones en opciones de compra que tiene que realizar el club andaluz después de lograr el ascenso a Primera.

Un ascenso que fue celebrado a lo grande por los futbolistas y el cuerpo técnico que dirige Álvaro Cervera en la Ciudad Deportiva del Cádiz, donde quedaron para ver el partido del Zaragoza ante el Oviedo el domingo. La derrota zaragocista les daba ese ascenso y generó la locura en la plantilla amarilla y también en el propio Pombo, una imagen que ha escocido en el zaragocismo, o en un sector de él, por las desaforadas muestras de alegría del mediapunta mientras su equipo de toda la vida, o casi, porque arribó a la Ciudad Deportiva en cadetes tras comenzar en el Stadium, caía goleado. A esa etapa se puso el punto y final con el ascenso logrado por el conjunto andaluz.

Con gritos de «A Primera, a Primera» los jugadores del Cádiz celebraron la noche del domingo ese ascenso, manifestación de alegría que también expresaron los aficionados en las calles de la población. Los futbolistas compartieron ese momento con miembros del cuerpo técnico, el presidente de la entidad, Manuel Vizcaíno, dirigentes y otros integrantes del club en un acto íntimo sin presencia de otras personas ajenas por las consignas preventivas sanitarias. Mientras tanto, numerosos aficionados festejaron en las calles ese ascenso en la madrugada del lunes. Coches haciendo sonar las bocinas por las calles y aficionados ataviados con banderolas y bufandas llenaron de colorido una celebración por acabar con 14 años de ausencia en la élite.