1- La falta de guion

Se le pedía al Real Zaragoza que reprodujera el esquema elaborado en el derbi con la S.D Huesca, pero lejos de esa impresión, el Real Zaragoza ha salido con un libreto nuevo, mucho más plano y menos compacto en los primeros compases del encuentro, pero que se ha roto por completo en la en los últimos minutos de la segunda mitad. A partir del 68, después de que el Real Zaragoza desarrollara el papel de cumplidor, el encuentro ha sido una constante de idas y venidas de un Rayo que se ha plantado en el campo sabiendo la responsabilidad que tenía, doblegando cualquier intento de destrucción del muro defensivo por parte del Real Zaragoza. Papu, en los últimos instantes, conseguía encajar una flecha en el corazón de la portería madrileña que solo servía para poner la nota dulce de un partido agrio para el zaragocismo.

2- La lesión de Grippo

Corría el minuto 8 cuando Grippo, tras un choque de cabeza con Abdoulaye, quedaba tendido en el césped ante el fuerte impacto sufrido. El suizo dio indicaciones de que podía seguir en el terreno de juego, pero los mareos se impusieron a la fuerza de voluntad y el suizo tuvo que abandonar el césped dando entrada a Perone. La línea defensiva sufría un gran retoque en los campases iniciales y era el brasileño quien tenía que ejercer de jefe de mando. No obstante, sus labores no fueron de todo finas ya que fue de errores defensivos como el barrio de Vallecas pudo celebrar un triunfo que les sabe a oro.

3- El regalo de Mikel

El enchufe que conectó a Mikel en el derbi, donde todo le salió a pedir de boca, parecía haberse fundido ligeramente contra los vallecanos. El vitoriano cuajó una buena primera parte, pero un error garrafal en una entrega dentro del área fue recogido por un Trejo que no se lo pensó dos veces para quitar las telarañas a la portería defendida por Cristian. A partir de entonces, el Rayo jugó todavía más a su antojo, viendo como el optimismo de un Real Zaragoza que aún intentaba sacar un punto de la visita se quedaba enterrado bajo los suelos de Vallecas. A un juego ya de por si áspero, poco delicado en la segunda mitad, se unió la falta de confianza en cada uno de los intentos de internadas.

4- Un Guti poco efectivo

Guti es de esos jugadores que necesitan metros para hacer de su juego magia. Pero esta vez el canterano ha actuado como muro de contención en el centro del campo para evitar la construcción de jugada por parte del Rayo Vallecano. Una posición que le ha caído mal a un jugador al que le han faltado metros. Así, el Real Zaragoza quizás haya echado en falta la actuación de la cabeza pensante, de la veteranía de un Zapater que de la lectura suele sacar una conclusión materializada en juego efectivo por la medular y los flancos de ataque.

5. Unas líneas ofensiva sin demasiada chispa

El Real Zaragoza precisaba de cambios para poner punto y final al fútbol plano y descafeinado que estaba mostrando desde el minuto 65. El color negro que estaba tiñendo en el césped requería de ese tono blanqui-azul efectivo y brillante que ha caracterizado al equipo en las últimas jornadas. Natxo daba entrada Papu por Javi Ros y a Febas por Eguaras. El georgiano, aunque no pudo aportar mucho a un fútbol casi mudo del Real Zaragoza, puso la nota positiva con un gol que todavía le posiciona como un relevo con garantías. Asimismo, la pareja de Pombo y Borja Iglesias tampoco han podido aportar esa luz que se necesitaba para ver el final del túnel hacia el paraíso un poco más cerca.