Un escueto comunicado en la web puso el final oficial a la etapa de Fernando Molinos como presidente del Real Zaragoza SAD. Sucedió casi un año después de que su contrato acabase, en una situación incomprensible en la que el propio Molinos negó problemas de índole económico, aunque instó varias veces al club a que su nombre dejase de aparecer como máxima representación de la entidad. Al final, pendiente de que su salida quede ratificada por la Junta de Accionistas, como la entrada del nuevo consejo, ayer por fin llegó el día.

"Ha causado baja como miembro del Consejo de Administración del Real Zaragoza el presidente Fernando Molinos Granada, al que el Real Zaragoza quiere agradecer su colaboración durante el tiempo que estuvo al frente del club", señaló la entidad, en el mismo comunicado donde se daba a conocer la baja de Agapito Iglesias como consejero delegado tras haber dejado de ser máximo accionista después del acuerdo de venta.

Molinos llegó en junio del 2012, con un salario millonario --en torno a 600.000 euros-- y un año después se marchó al finalizar su contrato el 30 de junio. Aún presentó a Pitarch el 8 de julio y apareció por el palco del Mini Estadi en el partido ante el Barcelona B en septiembre, pero estaba del todo desligado del día a día de la entidad. Hasta ayer, claro.