El Real Zaragoza ha decidido paralizar la maquinaria que tenía en marcha para incorporar a un central a la mayor brevedad y esperar a enero, cuando se habilite el mercado invernal. La decisión responde a varias circunstancias, entre ellas, la imposibilidad de acceder a los jugadores que realmente interesan, pero también a la determinación de no fichar futbolistas que no sean de cierto nivel y cuya incorporación perjudique la evolución de un efectivo de la cantera.

Es decir, el Zaragoza no ejecutará ahora el permiso que tiene para cubrir la baja de larga duración de Grippo, que estará ausente el resto de la temporada como consecuencia de la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha en el duelo de hace diez días ante el Granada. No lo hará porque no puede asumir el salario de los defensas de Primera que interesan porque el Zaragoza acude al mercado disponible -futbolistas en paro y con contrato en vigor en algún club de Primera o Segunda División en España- con poca liquidez. Insuficiente, por ejemplo, para convencer a Mauro Dos Santos, el preferido por la dirección deportiva. El central argentino del Leganés era el elegido, pero ya ha trasladado al club aragonés que no vendrá y que, a pesar de que no ha contado con un solo minuto hasta ahora, esperará hasta la apertura del mercado invernal para tratar de encontrar acomodo en un equipo de Primera.

Hay más opciones, pero unas no son viables económicamente y otras no convencen. Y lo que la entidad tiene claro es que no se fichará un jugador que no eleve el nivel de los tres centrales que forman parte de la plantilla actual. Por eso, la apuesta es esperar.

Además, la notable actuación de Carlos Nieto en el partido del pasado lunes ante el Nástic, no ha hecho sino reforzar esta decisión. Se entiende que el fichaje ahora de un central procedente de otro equipo también perjudicaría a Nieto, convertido en unaalternativa más para Lucas Alcaraz, que en Tarragona contó con él como uno de los tres centrales del nuevo dibujo del equipo aragonés.

Pero Nieto no es el único futbolista que se puede reconvertir para paliar la baja de Grippo. El club también cuenta con Delmás, que ya ha actuado en alguna ocasión en el centro de la defensa. Con ellos y Verdasca, Perone y Álex Muñoz, el Zaragoza tirará, al menos, hasta enero.

EL FILIAL // Asimismo, el filial también ofrece opciones que la entidad considera interesantes en caso de necesidad. Por ejemplo, Jesús Álvarez, central del filial que también puede actuar como mediocentro y que, a sus 19 años, es uno de los principales activos del segundo equipo zaragocista. Uno de los 13 jugadores que continúan respecto a la plantilla del Deportivo Aragón de la pasada campaña, Álvarez destaca por su rapidez aunque, al no ser demasiado alto, no es un consumado especialista en el juego aéreo.

En todo caso, la decisión de no fichar supone un cambio de planes en toda regla. El propio director deportivo, Lalo Arantegui, reconoció en la rueda de prensa posterior a la derrota ante el Granada que el club tenía pensado fichar un central ahora para cubrir la baja de Grippo. Pero no será así, a no ser que surja una posibilidad irrechazable.

Además, el club apela a que otros equipos punteros de la categoría también cuentan con solo tres centrales y cubren posibles contingencias con la recolocación de futbolistas o la incorporación de efectivos procedentes de las categorías inferiores. Y eso es, precisamente, lo que va a hacer el Zaragoza, que esperará a enero, dará tiempo y confianza a los que ya tiene y se guarda en la recámara la bala de la cantera, que ya demostró en Tarragona que no solo puede sumar, sino ser determinante.

De este modo, Verdasca, Perone y Álex Muñoz -con el que Alcaraz no contó de forma sorprendente en Tarragona pese a la baja de Grippo y a la habilitación del nuevo sistema- no tendrán, de momento, más compañía que los canteranos. La decisión está tomada. El mercado está cerrado hasta enero. Entonces abrirá, pero lo hará para todos.