El consejo de administración del Real Zaragoza anunció ayer en su web la puesta en marcha de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a la práctica totalidad de las áreas de la entidad, salvo las parcelas deportivas del primer y el segundo equipo. "La comprometida situación económica que afronta el Real Zaragoza, junto a la necesidad de ordenar y reorganizar las distintas áreas de trabajo del club han obligado al Consejo de Administración a ponerlo en marcha", explicó el comunicado.

El expediente se dio a conocer ayer por la tarde al comité de empresa, con lo que se abrió un periodo de negociación que servirá para darle forma definitiva. Según el club, "en el momento actual, la propia supervivencia del Real Zaragoza viene condicionada por la necesidad de afrontar una modernización" en todos los ámbitos de la entidad. "Ese proceso, imprescindible para garantizar la continuidad del club, obliga a una reestructuración --como ya ha ocurrido en el ámbito deportivo-- que dimensione la sociedad en función de su realidad y sus precisas necesidades".

"La idea es modernizar el club", según explican desde dentro. Eso quiere decir que el ERE va a afectar a todas las áreas y en diferentes modos. Es decir, que va a haber despidos pero también una reducción en cuanto a los costes de personal.

Se entiende que desde hace años el club está gestionado de una manera pésima, con puestos triplicados o cuadruplicados y otros en los que existen "desigualdades económicas bestiales" que provocan que el gasto en la estructura del club sea muy superior a la que se puede permitir. Tiene un gasto mayor incluso que algunas entidades de Primera División que están participando esta temporada en competiciones europeas.

La idea es normalizar la situación de trabajadores cuyos sueldos están por las nubes y despedir a algunas otros cuyas funciones están repetidas debido a esa particular manera de dirigir el club de Agapito Iglesias en la que acabó todo manga por hombro. Es decir, que más de uno que ha salido beneficiado en las últimas temporadas volverá a cobrar "lo que tiene que cobrar", según dicen fuentes del club. "Lo que corresponda a su puesto de trabajo, ni más ni menos".

El consejo comunicó también que se esforzará por "minimizar, en la medida de lo posible el impacto social que supone la puesta en marcha de este expediente", aunque se es consciente de que no hay marcha atrás en las medidas porque el club necesita entrar en un proceso racional en cuanto a organización y reparto de tareas y sueldos.

El Real Zaragoza ya presentó un ERE la pasada temporada que afectó a un trabajadores como Ander Garitano, Santi Aragón, Jesús Solana, Conrado Molina..., además de otros despidos como los de Movilla, que puede alcanzar una indemnización de 1,1 millones de euros, Paredes (0,6) y Zuculini (0,9), además de Lobato, que no llegó a aterrizar y puede llegar a cobrar 2,9 millones.