El control económico implantado por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) obligará de nuevo al Real Zaragoza a apretarse el cinturón para confeccionar la plantilla de la próxima temporada, donde todo apunta ahora mismo a que continuará en Segunda División. Esta campaña pudo disponer al final de unos 6,6 millones de euros, aunque en principio la Liga le había asignado una cantidad de 5,5 millones, para cubrir todos los gastos del curso, incluida la primera plantilla y su cuerpo técnico. Para la próxima campaña podría disponer de algo menos de cinco millones de euros, aunque eso lo determinará finalmente la LFP a tenor de los ingresos que vaya a percibir. De la ayuda al descenso recibirá menos de cuatro millones de euros, pero serán también para pagar deudas. En este curso la ayuda ha sido de más de seis millones de euros, pero de esa cantidad tampoco ha ingresado nada en sus arcas.

El pasado verano, cuando todavía no había sido contratado Jesús García Pitarch como director general y el consejero Luis Carlos Cuartero estuvo al frente de la parcela deportiva del club, el Zaragoza incorporó a Paco Herrera como entrenador y a José Javier Barkero como primer refuerzo con unas fichas de 500.000 y 400.000 euros, respectivamente, y dos temporadas de contrato cada uno de ellos, pero después el club tuvo que adecuarse en el resto de los contratos a los parámetros económicos marcados por la Liga. Por ese motivo, la ficha media de los futbolistas que se incorporaron más tarde a la plantilla zaragocista asciende a 94.000 euros. En cambio, las de los jugadores que ya estaban en el equipo en Primera División y la de Barkero superan los 400.000 euros.

Tras el descenso a Segunda División, el Real Zaragoza solo ha recibido esta temporada 2,5 millones de euros por los derechos de televisión, como la mayoría de los clubs de la categoría de plata, puesto que en su contrato no había fijada ninguna cantidad en caso de bajar. En Primera División, en cambio, hubiera percibido 24 millones de euros. Además, también ha tenido menos ingresos por el capítulo de abonos. Todos esos conceptos son los que tiene en cuenta la Liga de Fútbol Profesional a la hora de decidir la cantidad que cada club de Segunda División podrá gastar en la confección de la plantilla y en la contratación del cuerpo técnico.