No solo no hay avances en la negociación para el retorno de Víctor Fernández sino que la sensación ahora mismo es que ese desembarco no se va a producir. Desde el Real Zaragoza se asegura que se llevan varios días intentando concretar una reunión para que el técnico dé una respuesta y que no se ha logrado, mientras que desde el entorno del entrenador se confirma que no hay ningún avance, que todo está muy parado y que el retorno de Víctor, en un puesto de entrenador pero con plenos poderes en materia deportiva en la plantilla, no es nada sencillo.

El Consejo de Administración decidió recurrir a Víctor Fernández, al que se le hizo una propuesta de regreso, algo que ya sucedió también tras la destitución de Rubén Baraja. Entonces, el pasado 11 de noviembre, según la versión de Lalo Arantegui, director deportivo, la respuesta fue negativa, pero esa versión fue refutada a través de un comunicado por el abogado del entrenador, Julio Beltrán, donde aseguró que Víctor «ni se ha negado ni se negará a volver al Zaragoza» y donde explicó que solo exigió que se le concretase el proyecto, la planificación y medidas correctoras y las competencias que iba a asumir, además de la propuesta de contrato que se le hacía. Ahora, el técnico aún no ha contestado, aunque cada vez se vea más lejana su llegada.

La llamada a Víctor cuenta con el aval de César Alierta, máximo accionista de la SAD, y con el apoyo del Consejo, aunque también Lalo Arantegui mantiene en este órgano rector fuertes mecanismos de sujeción. En la convivencia entre ambos, como sucedió hasta este verano con altibajos y con diferencias reales que no afloraron en demasía a la luz pública, está una de las claves. Desde el club se asegura que se puede mantener esa coexistencia y hasta que Víctor no ha dicho nada aún en esas conversaciones con el club sobre el director deportivo. Sin embargo, desde el entorno del entrenador se ve inviable esa coexistencia entre ambos ya que Víctor quiere llegar con poder de decisión en materia deportiva y eso daría a Lalo a un papel residual.

Víctor tampoco es partidario de volver en el actual clima de crispación y además exige hacerlo con una importante capacidad económica para llevar a cabo una revolución en la plantilla en enero. El Zaragoza dispone de unos 800.000 euros de su límite salarial, que tiene que justificar con ingresos, y además habría varias salidas (Toro Fernández, Papu, Larra, Raí…) para aumentar esa cantidad para fichajes.

Y mientras el Zaragoza disputa esta noche en Castalia una final en su camino por la salvación. Un partido vital tras cuatro derrotas seguidas, ante Oviedo, Ponferradina, Rayo y Espanyol, después de la llegada de Iván Martínez al banquillo. El actual entrenador también es consciente de que su crédito se agota, que necesita una victoria. Lograrla esta noche daría confianza al equipo y más crédito a Iván. Pero una nueva derrota sería una sentencia de cambio. Y si no hay acuerdo con Víctor se apostaría por otro técnico.