La sexta consecutiva y la entrada en zona de playoff llegó para el Real Zaragoza en Pamplona, triunfo especial por su sabor, ante un enemigo directo y por la rivalidad que hay, y de tremendo valor para un equipo que es un cohete con destino a Primera División y que se ha ganado el derecho a soñar con todo, también con el ascenso directo en las 11 jornadas que restan. El meta Cristian Álvarez, con una actuación portentosa, sostuvo al Zaragoza, que tiró de eficacia en dos zarpazos del goleador Borja Iglesias en la segunda parte tras pasar verdaderos apuros hasta el descanso ante un Osasuna que hizo méritos para ganar, pero que perdió. Ganar, ganó el Zaragoza, el imparable Zaragoza de Natxo González.

Tener un portero que dé puntos y un delantero que acumule dianas es básico para lograr cualquier objetivo. El Zaragoza los tiene con Borja y Cristian, que ha dado ya varios tesoros con sus paradas este curso, pero en Pamplona fue sobrenatural, una actuación para la leyenda del zaragocismo y para que el osasunismo en general y Quique en particular tengan pesadillas con el argentino, que fue más que un muro. De hecho, la única vez que Quique logró batirlo el árbitro anuló en el minuto 36 el gol por un fuera de juego que no fue. Hasta eso le va bien al Zaragoza ahora.

La victoria supone que el equipo de Natxo ya lleve más puntos (25) en 10 jornadas de la segunda vuelta que en las 21 de la primera (24) y le da para pisar la zona de playoff por primera vez, al ser sexto. A ver cómo queda la jornada con el ascenso directo cuando jueguen el Rayo y el Huesca, pero este Zaragoza, que ahora se mide a Sevilla Atlético y Cultural Leonesa, tiene dinámica y números para mirar a lo máximo.

El Real Zaragoza salió a El Sadar con el guión previsto en el once con los retornos de Pombo y de Grippo y, en un partido de alto fuste, empezó bien situado en el campo, aunque con el control de equipo osasunista, que se apoyaba en Borja Lasso y en la actividad en las bandas de Rober Ibáñez y Kike Barja. Sin embargo, el Zaragoza hacía bien la raya en defensa y mantenía el tipo en la estrategia del conjunto rojillo, su única fuente de peligro inicial. Un disparo de Fran Mérida y otro de Lucas Torró, ambos fuera, fueron los primeros avisos.

Otra cosa era con el balón. Ahí el Zaragoza apenas se encontraba con Febas y Pombo desaparecidos y Guti sin su presencia física habitual. Aun así, una buena combinación de Zapater y Pombo y un disparo alto de Guti tras centro de Lasure avisaron a Osasuna de que el Zaragoza tenía también argumentos. Muy pocos en todo caso, porque el conjunto rojillo empezó a dominar con comodidad la medular y el equipo de Natxo comenzó a verse desbordado, sobre todo por las alas, donde Benito y Lasure sufrían en demasía con Kike Barja y Rober.

Ahí emergió la figura de Cristian Alvarez, inmenso en un cabezazo de Torró tras una falta y sobre todo en un remate de Quique que Benito supo quitarle después el despeje del meta a Kike Barja en boca de gol. Al filo de la media hora, el Zaragoza sufría de lo lindo, sin tener apenas el balón, con Eguaras muy tapado por Lasso, pero la figura de Cristian se hacía cada vez más grande. Quique probó otra vez al meta argentino, que perdía tiempo en los saques para que el Zaragoza cogiera aire. Sin embargo, una buena salida de Eguaras propició la mejor ocasión zaragocista, o la única en el primer acto, en una mala decisión de Sergio Herrera que Febas no aprovechó.

Antes del descanso Osasuna se volvió a topar hasta tres veces con Cristian, a tiros de Quique, Borja Lasso, ambos tras una pérdida de Eguaras, y sobre todo en una ocasión a bocajarro donde el meta zaragocista hizo la parada de la jornada a Quique. Con el cambio de Febas para que saliera Buff acabó el primer acto, un relevo que fue decisivo en el devenir del choque.

Mantuvo Osasuna el dominio y las ocasiones tras el descanso. Kike Barja fue el primero que se topó con Cristian y el meta hizo una parada estratosférica a tiro de Lasso para desesperación local. Pero el Zaragoza, tras estar cerca Oier de marcar en propia puerta, dio el primer zarpazo en un espléndido pase de Buff que Benito continuó en un centro que Borja envió a la red a falta de media hora. Ver para creer...

Salió Xisco, que también se topó con Cristian antes de que Quique fallara otras tres ocasiones más. Natxo apostó por Toquero y Diego quemó naves con David, poniendo toda la pólvora. Y el Zaragoza apagó esa mecha. Lasure filtró un balón, Buff exhibió un buen taconazo que dejó a Toquero, que había salido por Pombo, para asistir a Borja, que no perdonó en el 0-2 dejando el tanto de Unai en el descuento en anécdota para un equipo imparable.