La agonía no aflige solo al zaragocismo. También las aficiones del Murcia y el Osasuna, dos clubs en el alambre, comparten su ansiedad. Estas dos hinchadas, sin embargo, ya ven la luz al final del tunel, puesto que sus clubs han llegado a pactos con la Agencia Tributaria y la Hacienda Foral, respectivamente. El Zaragoza no es el único en problemas, pero sí el que más tiene. Estos tres equipos sufren deudas millonarias, pero ninguno tan alta como el club aragonés; los tres se las tienen que ver con el fisco, pero ningún otro está pendiente de ventas y reventas.

"El Zaragoza y el Murcia están en situación de alarma roja. Corren el riesgo de descenso administrativo si no pueden cumplir con sus obligaciones antes del 25 o 30 de julio", explicó Javier Tebas, presidente de la LFP, no hace mucho. La derrota del Murcia ante el Córdoba en el playoff parecía llevarse por delante el futuro del club pimentonero. Pero, cuando la situación parecía insalvable, el presidente, Jesús Samper, garantizó la viabilidad del club en una Junta de Accionistas de la semana pasada y adelantó que se haría público el acuerdo con Hacienda en breve. Este implicaría también la retirada de la orden de embargo impuesta sobre la ciudad deportiva de la Cobatilla.

Si el Zaragoza está en medio del caos, con reuniones y plantones, comisionistas e intermediarios, el Osasuna también tiene su historia de ficción.

EL MIEDO SE VA El presidente, Miguel Archanco, y su Junta Directiva dimitieron a mediados de julio sin proponer un nuevo grupo dirigente. Esta situación no estaba contemplada en los estatutos, así que fue nombrada una comisión gestora, que, en principio, iba a ser desginada por sorteo, pero, ante lo descabellado del asunto, finalmente fue elegida en una votación entre solo 200 socios.

No hay datos oficiales, pero la deuda del club se sitúa en torno a los 74 millones de euros, de los que adeuda 47 a la Hacienda foral de Navarra. El descenso, con la reducción de los derechos televisivos que han ido destinados en los dos últimos años al fisco, ha provocado esta crisis institucional y económica. En cualquier caso, el fantasma del descenso a Segunda B ha desaparecido, puesto que la Hacienda Foral levantó el jueves las medidas cautelares que había ordenado sobre las cuentas del club, después de que este presentara la documentación sobre su economía.

Dicha restricción se cernía sobre el dinero obtenido de los traspasos, del que ahora el fisco se quedará un 25% pero permitirá al club hacer uso del otro 75%. La entidad ya tiene un acuerdo con el Wigan, que pagará 2,5 millones por Oriol Riera. De esta forma, el Osasuna podrá disponer de dinero para pagar a los jugadores --a los que debe un total de 5,2 millones--. El club navarro cuenta en cualquier caso con el apoyo del Gobierno. La presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, dijo el mismo jueves que estaba dispuesta a llevar al Parlamento una modificación legal que permitiera al equipo permanecer en Segunda.

Hay otro caso: el Ourense no ha pagado los 160.118 euros que debía a sus jugadores, por lo que desciende a Tercera y su plaza podrá ser adquirida por 265.000 euros. El Osasuna y el Murcia ya han realizado sus primeros movimientos en el mercado y, entre tanto, el Zaragoza todavía sigue en stand-by.