El Pichu Atienza fue la gran apuesta en el verano pasado para fortalecer la defensa del Zaragoza de Víctor Fernández, con un fichaje desde el Numancia que supuso 450.000 euros a pagar en tres años, con la vitola de defensa experimentado y fiable que venía para ser la referencia de un eje de la zaga en el que iba a estar acompañado por Guitián, Clemente y Grippo, que se fue en enero para que llegara cedido desde el Genoa El Yamiq. Y el rendimiento en su primera temporada como zaragocista vivió todo un carrusel de altibajos, siendo indiscutible y referencia hasta lesionarse a finales de octubre, formando una más que sólida pareja con El Yamiq desde enero y teniendo, como el resto del equipo, un claro bajón tras el parón, un descenso de nivel global que trajo el adiós al ascenso directo y la eliminación en los playoffs ante el Elche.
Sin embargo, el club y Rubén Baraja tienen plena confianza en el central cordobés, en sus condiciones y, por supuesto, en que recupere la versión sólida que dio en el Numancia y antes en el Reus y en que vuelva al nivel que ofreció en algunos tramos de la pasada temporada, donde sus números globales fueron buenos, aunque el zaragocismo, y el jugador también, se quedara con el regusto amargo de lo sucedido en los últimos meses de competición, después del parón por el coronavirus.
El 'Pipo' Baraja ha transmitido al central esa plena confianza en las charlas que han tenido a lo largo de esta pretemporada y Atienza también espera recuperar su mejor versión, un borrón y cuenta nueva después de lo vivido en el tramo final del curso pasado, con esa caída de rendimiento individual y colectivo que vivieron el equipo en general y varios jugadores importantes, entre ellos el Pichu, en particular.
En el amistoso ante el Girona, la prueba clave de las tres de pretemporada, el Pichu jugó los 90 minutos y desde el inicio compuso pareja con Guitián, que fue relevado por Clemente en la mitad del segundo acto. Este dúo, Guitián y Atienza, será el que forme de salida ante Las Palmas, ya que los problemas en la rodilla de Jair suponen que no tenga fecha de retorno. Así, esta pareja puede ser la titular en las primeras jornadas del campeonato. En los otros dos amistosos de pretemporada, frente al Getafe y el Nástic, ambos con derrota, Baraja rotó mucho más a sus jugadores y no dio tantas pistas. En el eje, Atienza jugó la media hora final frente al cuadro getafeño y fue titular en la primera parte en Tarragona, en ambas ocasiones con Clemente como acompañante.
Hasta 33 partidos oficiales jugó el Pichu Atienza, que firmó contrato hasta 2022, la temporada pasada, de ellos 31 en Liga y dos de Copa, con dos dianas, frente al Deportivo y contra el Rayo Vallecano, esta última después del parón, cuando el jugador firmó algunos errores que le señalaron por acabar en goles, ante el Alcorcón, en Tenerife, contra el Albacete o frente al Rayo, y es obvio que su momento de forma tras el confinamiento no fue el mejor, algo que se notó hasta en el espíritu que siempre transmite el central cordobés, uno de los líderes de un vestuario que tras el parón estuvo alicaído. Aun así, el defensa demostró su compromiso jugando en algunos partidos con molestias en el aductor, que fueron las que impidieron su concurso en los dos encuentros del playoff ante el Elche, cuya eliminación supuso que el Zaragoza continuara una temporada más, la octava consecutiva, en la categoría de plata.
Recuperar sensaciones
Ahora, eso es pasado, la intención y el deseo están claros en que esta sea la temporada del retorno a la élite y Atienza está dispuesto a coger la bandera del grupo y también a recuperar las sensaciones sobre el césped. Y Baraja confía plenamente en ello, teniendo en cuenta que la defensa aún puede sufrir cambios en su configuración de aquí al fin del mercado, que será el lunes 5 de octubre, en función de lo que pueda suceder si sale Clemente, ya sea cedido o traspasado, o el tiempo de baja que le resta a Jair, que ha llegado tras rescindir en el Maccabi para ser una de las referencias de la zaga y que de momento no ha podido participar en ningún amistoso ni entrenar con el grupo por unas molestias en la cintilla iliotibial.
