Otro año más la afición del Real Zaragoza ha demostrado por qué es una de las mejores de España. Pese a que la pandemia impide que los seguidores entren en La Romareda, situación que se sigue alargando desde marzo, aunque la marcha del equipo esté muy lejos de las expectativas iniciales y pese a la tardanza en sacar la campaña de socios por acabar tan tarde el curso anterior, la entidad tiene 22.905 abonados. Una gran cifra por todos los condicionantes que rodean este año tan complicado y atípico.

No se puede acceder al estadio y, cuando haya luz verde, no cabrán todos los abonados por las restricciones de aforo, pero eso no ha impedido que la afición blanquilla haya dado el do de pecho y se haya mantenido al lado de su equipo y de su club.

La cifra total es inferior a la del pasado año (28.419) y del anterior (27.360), pero sigue siendo superior a todas las campañas anteriores desde la entrada de la Fundación. Es cierto que se rompe la tendencia al alza y creciente que venía desarrollando el número de socios, pero se ha mantenido la fidelidad pese a la pandemia.

Los abonados han bajado de número, pero Carlos Arranz, director de marketing del Real Zaragoza, señala que es «una bajada natural», que se suele dar cada año y que la diferencia reside en que, aunque ha habido altas, «han sido mucho menos significativas que en anteriores temporadas por la pandemia y por ser un año muy extraño, por lo que se han nutrido principalmente de pequeabonos y pequecarnés».

Socios por tramos

De los 22.905 abonados, la mayoría (21.226) optaron por ser socios abonados, es decir, que pagaron el 40% de la cuota y tienen derecho a mantener la antigüedad y su localidad, a un 10% de descuento en la tienda oficial y poseen las cuotas congeladas para la próxima temporada, aunque con las tarifas del curso 19-20. Además, cuando se permita público, tendrán la posibilidad de regresar al estadio, aunque siempre bajo las condiciones sanitarias marcadas y previa reserva si hubiese más solicitudes que asientos disponibles.

Además, 501 personas decidieron pagar el 100% de la cuota y no el 40% como medida de ayuda al club aragonés y la entidad tiene previsto hacer un reconocimiento a estos aficionados. El resto, 1.178, optaron por ser socios no abonados, por lo que este año pierden su asiento y no podrán entrar al estadio, aunque recuperarán su condición de abonados la próxima campaña. En total, de los 22.905 socios, el 83% son hombres y el 17%, mujeres.

Por otra parte, la masa de jóvenes zaragocistas sigue siendo muy significativa ya que el 26,8% de todos los socios son menores del 21 años. 2.447 corresponden al carné juvenil, que comprende entre los 15 y los 21 años; 2.116 están entre los 6 y los 14 años; y 1.592 son pequecarnés y pequeabonos, un tipo especial de tarjeta que todavía tiene altas, por lo que el número de 22.905 socios va a aumentar debido a los niños y niñas. Es decir, en total hay 6.155 socios que tienen entre 0 y 21 años.

«La campaña es muy satisfactoria porque el hándicap era muy grande por terminar la temporada tarde y por afrontar tarde la compensación de los abonados. Planteamos fórmulas en las que todos tenían cabida, nos ha generado unos ingresos importantes y se mantiene el pulso con la masa social, casi 23.000 socios es una barbaridad», valora Arranz. «Emocionalmente se agradece. Hemos seguido siendo un ejemplo de masa social grande y vibrante», agrega el director de marketing.

De todos modos, pese a que ese dinero ha ayudado al club, el impacto de la reducción de abonados y, sobre todo, de las cuotas, implica una reducción de alrededor de 3 millones de euros, según dijo el presidente Lapetra en la Junta de Accionistas. Y también hay que tener en cuenta que los ingresos por taquillas esta campaña será de cero euros.