Por lo civil o por lo criminal, que hubieran dicho los clásicos, pero había que ganar. O como resaltó Víctor Fernández en la previa del partido, haciendo gala de esa confianza infinita en sí mismo y que siempre intenta que contagie a sus futbolistas, «tenemos que ganar y vamos a ganar». El Real Zaragoza ganó al Elche, misión prioritaria y casi única en el encuentro de ayer y abrió de nuevo un hueco sensible y muy interesante con el Extremadura, siete puntos sobre esa zona de descenso que había vuelto a amenazar después de un último mes terrible.

Fue el clásico partido de Segunda División, con un excelente gol, culminado con un cabezazo académico de Linares después de un preciso centro con la diestra de Biel tras un maravilloso pase de Guitián que había roto todas las líneas y que elevó el nivel del fútbol.

Como lo hizo Cristian Álvarez cada vez que tuvo que entrar en acción, especialmente en la primera parte tras el tempranero 1-0 de su equipo. Con varias estiradas felinas, con mucha agilidad, buena colocación y siempre con capacidad resolutiva, incluso cuando las jugadas acabaron anuladas por fueras de juego previos. Cristian, el futbolista que nos recuerda, jornada tras jornada y con el Zaragoza en Segunda, qué es la Primera División y qué es un jugador de Primera División.