Llegó por sorpresa, sin apenas hacer ruido y tras una larga temporada fuera de los focos, pero Cristian Álvarez ya ha hecho historia en el Real Zaragoza. Pocos porteros han logrado mantenerse en la titularidad durante tres temporadas consecutivas a lo largo de los últimos años. De hecho, solo dos más lo habían hecho antes este siglo: César Láinez y César Sánchez. Pero ninguno de ellos prolongó un cuarto año su estancia entre los once habituales cada fin de semana. Todo apunta a que Cristian lo hará.
Hace dos décadas que un portero del Real Zaragoza no acumula cuatro campañas consecutivas como titular. El último precedente lo protagoniza Juanmi, que fue el cancerbero más utilizado por sus entrenadores en seis de las nueve temporadas que militó en el equipo aragonés. El cartagenero llegó a La Romareda en la campaña 1993-94, en la que jugó 15 encuentros, ocho menos que Cedrún. El vasco también sería titular al siguiente ejercicio (28 partidos disputados por 12 de Juanmi), pero el internacional se hizo con el puesto en la 95-96 y ya no lo soltaría hasta el 2001.
En la 95-96 ocupó el marco zaragocista en 31 envites (en once lo hizo Belman), mientras que en las dos siguientes jugó 27 y 31, respectivamente, siempre por delante de Konrad. Juanmi jugó 25 de los 38 encuentros de la 98-99, con Mondragón completando los 13 restantes y acaparó los minutos en las dos temporadas siguientes, relegando a Láinez a participaciones residuales. En la 2000-01, sin embargo, el aragonés revertió la situación y se ganó el puesto.
Desde entonces, ningún otro portero ha conseguido acumular cuatro campañas consecutivas defendiendo el marco zaragocista. Láinez fue indiscutible dos años más, sin tener rival en Valbuena, Miguel Martínez o Zaparaín tanto en Primera como en la 2002-03, en Segunda, con Paco Flores como entrenador blanquillo.
Por su parte, César Sánchez también fue intocable en las tres campañas que jugó en el Zaragoza, en las que disputó 35, 38 y 37 partidos, respectivamente entre la 2005-06 y la 2007-08.
Ahora, Cristian Álvarez amenaza con seguir escribiendo capítulos en la historia de la entidad. Desde el último descenso, la portería zaragocista ha estado ocupada casi siempre de forma efímera. Leo Franco fue el primer inquilino, con Whalley a su sombra, Después, el meta aragonés compartió el puesto con Bono en una campaña 2014-15 en la que también Alcolea jugó ocho duelos y en la que el Zaragoza se quedó a las puertas del ascenso.
Manu Herrera y Bono se disputarían la titularidad en la 15-16 y Ratón, Irureta y Saja se turnaron en la desastrosa 16-17. Desde entonces, Cristian es el número uno. En sus tres años como zaragocista ha jugado 33, 38 y 36 encuentros respectivamente, con lo que siempre ha sido titular indiscutible. Salvador en los malos momentos y razón de peso en los buenos, el argentino camina firme hacia su cuarto año como titular en un Zaragoza en el que ha echado raíces.
Recién renovado hasta el 2023, se ha convertido en capitán y en uno de los jugadores más queridos por el zaragocismo. Su mejor marca la alcanzó en su primer año, tras encajar 39 goles. Entonces, como ahora, el reto es el mismo: un ascenso que no llega.
