El Real Zaragoza hace ya dos meses que cambió una mortecina faz que le llevaba de camino a Segunda B con Lucas Alcaraz por un bloque mucho más valiente y con toneladas de más fútbol. Con 15 puntos de 24, ha alejado fantasmas de descenso y, de la mano de Víctor, ha demostrado ser un equipo capaz de mirarle a los ojos a cualquiera, sea el líder, como hace una semana, o sea Osasuna, el bloque más fuerte de la categoría en su casa y serio aspirante al ascenso directo. Eso, competir y tener opciones, es seguro que el equipo lo hará hoy (20.30 horas) en El Sadar, con un lleno hasta la bandera para añadir más épica a ese asalto zaragocista. Si, además, firma los tres puntos, su salto anímico y a todos los niveles permitirá soñar con ese aún lejano tren de la promoción.

Ganar a un rival que no ha perdido en su feudo, donde colecciona 10 victorias y solo dos empates, el último de ellos a finales de septiembre, en la séptima jornada, y que lleva 11 victorias (ocho seguidas en su feudo) en las 15 últimas citas no es nada sencillo, exige una cuestión de fe. Esa misma apelación a creer requiere pensar que el Zaragoza puede alcanzar la sexta plaza en este tramo final. Y sobre todo exige al menos sumar una decena de victorias en lo que queda, 15 encuentros y el triunfo con el Reus. Es decir, que apenas hay margen de error. Sin embargo, este Zaragoza por su juego y por su mejoría invita a creer. También en un campo tan complicado.

El estadio rojillo ha sido escenario de una rivalidad entre aficiones en la que la osasunista rebasó muchas veces el límite. Ahora, por fin el ambiente se ha relajado, aunque sin llegar a la cordialidad de antaño. En Pamplona el partido se vive con una pasión especial y en el zaragocismo también se saborean mucho mejor las victorias, como la lograda el curso pasado, con un Cristian sobrenatural. En un Sadar lleno habrá unos 500 zaragocistas para presenciar en directo una batalla que se anuncia durísima.

Y es que el Zaragoza necesitará de su mejor versión para conquistar ese feudo. La ausencia de pegada está siendo un hándicap para un equipo que genera mucho fútbol y que es el que más remata. Quizá hoy cambie la suerte y la eficacia para un Zaragoza que ha afilado su colmillo viajero con Víctor, ya que no ha perdido y suma ocho puntos de doce.

El técnico repitió citación para viajar hoy a Pamplona y el once parece que tendrá un solo cambio, con la entrada de Javi Ros para reforzar la medular. La zaga apunta a ser la misma, porque Benito se ha recuperado a tiempo. Con Soro y Álvaro como fijos arriba, la novedad de Ros dejaría a Pombo o a Aguirre fuera de la foto. Víctor confía mucho en Pombo y hasta ahora ha sido titular, pero su bajón en los últimos partidos es tan evidente que le hace ser más candidato que Aguirre, de buena irrupción ante el Albacete. La otra opción, más remota, sería que Linares entrara en punta de lanza y que ni Pombo ni Aguirrre jugaran. Mientras, en Osasuna sigue de baja Rubén García, una estupenda noticia, y Barja en lugar de Rober Ibáñez apunta a ser el único cambio en un equipo poderoso arriba, con Villar, Brandon o Roberto Torres. Lo dicho, todo un partidazo...