Dijo Alberto Benito ayer que «defensivamente seguimos encajando goles». Razón no le falta ni un ápice, porque han sido tantos como nueve en las últimas cinco jornadas. Con cambio de sistema y de piezas incluido. Recalcó que «no hay tecla a la que le des y no pasen balones», por lo que el tarraconense se mira en el espejo por él y por todo el equipo. El comienzo es ver la viga en el ojo propio y empezar por reconocer que no se está defendiendo bien. De hecho, le quitó responsabilidad a Lucas Alcaraz e incidió en que es cuestión de los jugadores y su grado de concentración.

«¿La explicación? Que tenemos que estar más enchufados y si lo hacemos tenemos más posibilidades de dejar la portería a cero». Simple y llanamente. Recordó el frío dato de que en los últimos cinco partidos, en cuatro, los anteriores a la derrota de Alcorcón, el rival se adelantó en la primera parte. Esa es la clave para Benito de por dónde debe pasar la mejoría blanquilla: «Lo que tenemos que marcarnos es no encajar, porque meter goles los vamos a meter. Arriba hay un potencial muy bueno y creamos ocasiones. Si no encajamos, vamos a tirar para arriba», incidió.

Esa falta de corriente de la que adolece la zaga blanquilla depende de cada cual, no del técnico. Alcaraz alinea, ordena, distribuye y da indicaciones, pero los errores individuales, como su propio nombre indica, son de cada uno, no del preparador andaluz. De hecho, en líneas generales, el lateral tiene la sensación de «que el equipo se encuentra mejor», pero «si tenemos fallos, el entrenador no puede entrar ahí». «Trabajamos durante la semana muchas cosas, pero si en el campo fallamos…», recalcó.

Pero la defensa no es el único problema que tiene el Real Zaragoza en estos momentos. Contra el Alcorcón no se tiró a puerta y así es imposible conseguir una victoria. «Eso hay que cambiarlo», comentó explícitamente. «Tiramos una vez en la primera parte (la de Pombo a poco de comenzar) y sí nos acercamos al área, pero no finalizamos. Lo que nos va a dar el salir de la zona de abajo son los goles y no encajar», añadió el lateral tarraconense.

Todo ello propicia que el conjunto aragonés esté con la misma puntuación que el descenso y condenado a sufrir, al menos a corto plazo. Sin paños calientes, Benito reconoció que «el problema es serio», pero que el vestuario «está tranquilo dentro de la preocupación» porque «sabemos dónde estamos, lo que conlleva estar aquí en el Zaragoza y queremos sacar esto porque ni nosotros ni nadie queremos vivir la primera vuelta del año pasado».

El enfado de la gente / De todos modos, si algo quiso dejar claro es que «el equipo está preparado para vivir situaciones de todo tipo», al mismo tiempo que se mostró confiado en que se conseguirá tirar para arriba con el paso de las jornadas: «Para eso somos profesionales. Sabemos a lo que nos dedicamos y las circunstancias que hay en el fútbol, que a veces te toca lo bonito y otras lo feo. No nos pesa esta situación. Lo vamos a sacar porque hay fundamentos y jugadores para sacarlo adelante», explicó Alberto Benito.

De hecho, insistió en que «tenemos que ser conscientes de que la repercusión cuando ganamos está bien, pero cuando está mal hay que asumirlo y saberlo llevar. Somos profesionales y si no sabemos convivir con eso es mejor que nos vayamos para casa».

Entre esa repercusión e impacto está el gran número de abonados y seguidores zaragocistas. Benito entiende que estén disgustados y cabreados con el equipo, puesto que el objetivo era otro bien distinto al actual. «Es normal que se enfaden. Paga su abono y ve que su equipo no gana, pues al final se enfada. Yo también lo haría si fuese aficionado», aseveró.

Y con su gente llegan dos partidos seguidos y «muy importantes», porque la afición «se merece algo bonito» y, además, «queremos tener una semana tranquila». Además, deportivamente urge vencer en La Romareda. «Si en casa hubiéramos hecho las cosas bien estaríamos hablando de otra cosa». Así que, a despertar para escalar.