No vengo aquí para recuperarme, ni mucho menos, lo hago con mucha ilusión y ganas para jugar y ayudar al Zaragoza". Dani, en su retorno al club aragonés, donde ya jugó dos temporadas (95-97), quiso dejar claro antes que nada que no se toma esta aventura, que en principio sólo dura hasta el 30 de mayo, como un paso intermedio para superar su traumática experiencia en el Bar§a, sino que aterriza en La Romareda sintiendo que ante sí tiene "un reto y una motivación extra. Tengo la ilusión de volver a ganar partidos, de sentir lo que es marcar un gol, escuchar los aplausos... Todas esas cosas que me han quitado y quiero recuperarlas cuanto antes".

Todo eso, asegura, se lo quitó el Barcelona, donde su carrera ha permanecido estancada los últimos tres años, en los que ha jugado nueve partidos de Liga, estando apartado del equipo desde que empezó el curso. Ahora, llega al Zaragoza porque "ha sido el club que más interés ha mostrado y me apetece estar aquí. Tengo una deuda pendiente, porque fueron los primeros en apostar por mí, cuando ni siquiera había debutado en Primera", señaló el ariete catalán, que insistió en que se encuentra bien físicamente a pesar de la situación marginal que ha vivido desde el pasado verano, cuando la entidad azulgrana lo apartó por completo. "Me encuentro bien. Sé que han salido publicadas muchas cosas, porque me he entrenado al margen durante mucho tiempo. No era la situación más adecuada ni la más agradable, pero físicamente, por naturaleza, siempre he estado bien y me he cuidado", añadió.

APORTAR DE FORMA INMEDIATA Falta hará que sea así, porque en la situación que está el Zaragoza es necesario colaborar desde el primer momento, algo que no rehuyó el delantero. "Vengo a aportar desde ya. La situación del equipo no está para andar con probaturas ni a ver qué pasa. Por eso he puesto todo el interés en entrenarme con el grupo lo antes posible", señaló Dani.

De momento, ayer volvió a sentir lo que es trabajar en un equipo. Saludó a excompañeros en el Zaragoza, como Cuartero o Láinez, y a Savio, con el coincidió en el Real Madrid, y se puso a las órdenes de Víctor con un mensaje optimista. "Estoy convencido en este proyecto y veo equipo de sobra para salir de abajo. Eso sí, hay que ser conscientes de la realidad en la que estamos y trabajar a tope", explicó el nuevo jugador zaragocista, que al menos tiene experiencia en vivir situaciones complicadas. Ya le pasó en el Zaragoza en el curso 96-97, con la amenaza del descenso también latente: "Fue una situación similar y lo único que puede sacar esto adelante es la unidad del vestuario. Hay que saber lo que podemos dar, ser conscientes de lo que nos estamos jugando y ser muy responsables".

Las tres claves de su receta se deben empezar a poner en práctica ante la Real para, si todo sale como él espera, ayudar en la permanencia en la élite de la que fue su casa durante dos años y lo vuelve a ser cuando su estrella está más que apagada. ¿Seguirá el próximo curso si todo va bien? "Al Zaragoza siempre le estaré agradecido por su confianza en mí. La opción está ahí y soy una persona de palabra", concluyó el delantero catalán.