Dani se cansó de esperar al Real Zaragoza y se marcha al Espanyol. Vuelve a Barcelona, pero cruzará a la otra orilla, a la blanquiazul de Montjuïc. El catalán cerró ayer por la tarde su retorno a casa y aceptó un acuerdo por dos temporadas, con opción a una tercera, con el Espanyol. Con esta decisión, se da carpetazo al culebrón del quiero y no puedo que ha mantenido el delantero desde el cierre de la temporada con el Real Zaragoza. Al final, Dani decidió cortar el suspense, no aceptar la renovación y abrir un nuevo periplo en el Espanyol, donde será presentado hoy mismo. "No renuevo por el dinero, sino por la seriedad en el trato que me ha ofrecido el Espanyol. Mi prioridad era el Zaragoza, pero me he cansado de esperar", declaró ayer Dani, que pasará hoy por la mañana el reconocimiento médico y después firmará su contrato con la entidad de Montjuïc.

Fue una operación relámpago. Visto y no visto. El viernes se produjeron los primeros contactos y ayer todo estaba cerrado. Una velocidad que Dani echó de menos en su renovación con el Zaragoza. Esa lentitud, el silencio como respuesta, ha encendido los nervios del delantero y ha precipitado su firma por el Espanyol, club al que la entidad aragonesa arrebató su fichaje en el mercado de invierno. "Me dijeron que hablaríamos de mi renovación después de lograr la permanencia. Eso fue el 17 de mayo. He firmado con el Espanyol el 5 de julio. Es decir, han pasado dos meses. Aún estoy esperando a que me llamen para darme una respuesta a la contraoferta que les hice", afirmó Dani, que, ayer, tras aclarar su destino comunicó por teléfono al club aragonés su decisión definitiva.

LA BILLETERA El Espanyol ha sacado la billetera que el Zaragoza se guardó en su bolsillo. Desembolsará por Dani unos 900.000 euros brutos anuales. Esta cifra acaricia el caché con el que se había tasado el propio jugador --pedía un millón-- y que impidió su continuidad de Dani bajo las órdenes de Víctor Muñoz, que ve con esta marcha truncada un refuerzo prioritario para sus planes.

El Zaragoza y Dani han protagonizado a lo largo del último mes un tira y afloja. El jugador ha roto la cuerda. En todo momento las pretensiones de ambas partes estuvieron distanciadas. El Zaragoza llegó a remitir una oferta que alcanzaba los 450.000 euros, a los que se añadiría una serie de incentivos (partidos jugados, goles...) con los que el salario de Dani podría haber alcanzado el millón de euros que deseaba. La insistencia con la que Víctor Muñoz pedía la contratación del delantero abrió en la última semana un frente que parecía insalvable, ilusión que finalmente se ha demostrado. "Me dolió que estuvieran esperando a valorarme teniendo en cuenta las ofertas que recibiese y no por mi valor en el campo", comentó el jugador barcelonés.

LA SOLEDAD DE VILLA La decisión de Dani acrecenta la soledad de Villa. El asturiano es el único delantero que cuenta con la confianza de Víctor Muñoz, ya que el club busca una salida en el mercado a la pareja formada por Goran Drulic y Mate Bilic. Este socavón ofensivo obligará al club a encontrar un refuerzo imprevisto en los planes iniciales, en los que entró el madridista Portillo. El tiempo se agota y los problemas crecen para la secretaría técnica del Zaragoza a menos de una semana para que el equipo vuelva al trabajo.