El Zaragoza está cerca de cerrar la cesión de Javi Puado, delantero del Espanyol de 21 años, y que llegaría cedido sin opción de compra hasta junio para ocupar la plaza de Dwamena, baja indefinida por una afección cardiaca y cuya plaza hay que ocupar antes del 2 de diciembre. Eso sí, tiene que limar una distancia económica de algo menos de 100.000 euros, porque el Espanyol exige que se haga cargo de la totalidad de la ficha del ariete. Se trata de un punta explosivo y vertical y no una referencia de área como era la primera intención. Para ese puesto, el objetivo sigue siendo Darío Poveda, pero el club ya sabe que ahora, con la autorización por la baja médica de Dwamena, va a ser en la práctica imposible que llegue. El Atlético se resiste a darle salida en estos momentos y tampoco aceptó la oferta zaragocista de 300.000 euros por el delantero, de 22 años. Sin embargo, el jugador interesa y mucho, por su progresión, y hay pleno consenso en el club en su apuesta. Así, está entre los objetivos para enero, donde su salida se ve más factible, aunque también ahí la competencia de otros clubs será mayor.

La opción de Puado, internacional sub-21, y el cambio en la estrategia zaragocista comenzaron esta semana, cuando el club vio claro que iba a ser imposible traer el deseado 9, una vez que la negativa de Jonathas era absoluta por motivos económicos y que por Darío Poveda había que esperar hasta enero. Surgió la opción de Puado y el punta, sin minutos en el Espanyol, donde esta temporada solo ha disputado minutos en tres partidos de la Europa League, era la más interesante. En un principio, la negociación se rompió por las exigencias del Espanyol, que quería que el Zaragoza se hiciera cargo de la totalidad de la ficha del punta. El club aragonés mejoró su propuesta y la cesión vive horas claves este fin de semana. Si todo va conforme a lo previsto se podría cerrar mañana sábado o el domingo a más tardar, ya que el jugador está convencido deportivamente en venir. Pero, para que se cierre, el Espanyol exige que se pague la totalidad de la ficha del delantero, que supera los 400.000 euros anuales. La diferencia en estos momentos es de algo menos de 100.000 euros, pero si el club aragonés no los asume la operación no se hará.

Puado (Barcelona, 25-5-1998) disputó 15 partidos de Liga el curso pasado y otros cinco de Copa, para anotar un gol. El curso pasado sí gozó de la confianza de Rubi, pero en este tanto para David Gallego como para Pablo Machín ha tenido una presencia muy residual y ha visto cómo le adelantaba en las preferencias del entrenador Campuzano, otro delantero al que conoce muy bien Víctor Fernández. Se trata de un punta con velocidad y no excesivamente alto (1,77 metros), pero que va bien al espacio y es explosivo. Puede jugar de segundo delantero y caer a una banda, sobre todo a la derecha. Tiene contrato hasta el 2022 en el conjunto catalán.

Para enero la prioridad del Zaragoza es Darío Poveda. Las bajas médicas de los otros dos delanteros en el filial del Atlético, Camello y Borja Garcés, y la cesión en verano de Mollejo al Deportivo dejan a Darío como la referencia ofensiva del filial, lo que juega en contra de su salida, pero esa situación de lesionados ya no se vivirá en enero y Darío sigue firme en su decisión de venir al Zaragoza, donde firmaría un contrato de larga duración, por cuatro o cinco temporadas. En el Atlético, con Diego Costa, que ahora va a ser operado de una hernia discal, Morata, Joao Félix, Correa, Saponjic, que puede salir en enero, y la posible incorporación de un punta sabe que las puertas del primer equipo las tiene imposibles, por lo que valora el Zaragoza como un paso adelante en una carrera que, tras llegar del Villarreal en el verano del 2018, se ha destapado en este curso, donde lleva ocho dianas en ocho partidos disputados con el Atlético B en el Grupo I de Segunda B. Darío y su entorno también asumen que su salida, que se veía factible hace 10 días y también su fichaje por el Zaragoza, está parada y que salvo giro más que radical no se va a dar ahora.

Con el brasileño Jonathas ya descartado y con la llegada de Poveda imposible ahora, la dificultad de fichar a un 9 de referencia, un sustituto para Dwamena, ya que es el puesto más específico y más caro en el fútbol, ha hecho replantear la estrategia del club para ocupar la baja del ghanés. Tiene ya la autorización de LaLiga y de plazo hasta el 2 de diciembre y esta semana sus movimientos ya han ido más tendentes a un jugador de ataque más versátil, un segundo punta que pueda jugar también en banda, y no tanto a una referencia. Ahí ha surgido la opción de Puado, que está cerca de cerrarse. Mientras, para enero quedaría por fichar a un 9 y a un centrocampista.