Los tiempos que anunció Lalo Arantegui en la presentación de Puado hace quince días, cuando se lanzó a asegurar que el 9 deseado, sin nombrarlo, esperaba que estuviera en la última semana de diciembre son los mismos que maneja también el entorno de ese futbolista, de Darío Poveda. El delantero es el gran objetivo del Zaragoza y sigue tan convencido de arribar a La Romareda como hace un mes, cuando el club aragonés negoció con el Atlético su fichaje sin llegar a un acuerdo, al considerar insuficiente la SAD rojiblanca la oferta (300.000 euros) y la forma de pago.

Entonces el Zaragoza no pudo fichar al punta alicantino por la baja de Dwamena y se lanzó a por la cesión de Puado, dejando a Darío para enero. El jugador, de 22 años y que firmaría un contrato por cuatro o cinco temporadas, sigue pendiente del acuerdo entre clubs, aunque la idea que tiene es la de que su salida se haga efectiva a finales de este mes de diciembre para empezar el 2020 como zaragocista y poder debutar el 3 de enero ante el Sporting. Así lo admite su entorno, pero hace falta el acuerdo entre los dos clubs y este, por el momento, y también así se reconoce, no ha llegado. En eso va a tener que acelerar ahora el Zaragoza.

Darío debutó con el primer equipo ante el Granada hace nueve días por la baja de Diego Costa, que estará fuera hasta febrero, ya que Simeone le dio la parte final del duelo ante el Granada, los últimos minutos, pero en esta pasada jornada ya volvió al filial, donde anotó una diana ante el Castilla. El Atlético va a fichar un delantero en enero, aunque debe dar salidas, empezando por la del también ariete Saponjic y en el filial Sergio Camello, que ya volvió a una citación este fin de semana, y Borja Garcés, que acaba de salir de una grave lesión, estarán en breve por delante de Darío, que sigue teniendo muchos números para salir en invierno. Así se ve también desde la parte del futbolista y desde luego es el objetivo principal del Zaragoza para apuntalar la plantilla con un ariete de referencia, con un 9.

El futbolista, un buen rematador de 1,87 de altura, ha anotado nueve goles en nueve partidos, los mismos que en toda la temporada pasada (en 27 encuentros), en el filial de un Atlético que exige una cantidad superior por un futbolista por el que ya pagó 250.000 euros al Villarreal en el verano del 2018.

Las salidas de Pombo y Papu

Víctor, además de ese 9 que desea que sea Darío, quiere también en enero un centrocampista de jerarquía y para eso ahora mismo la única vía es buscar salidas, con Pombo y Papu, además de Bikoro o Linares que ya estuvieron en la rampa en verano, aunque el de Fuentes no quiere salir bajo ningún concepto, como candidatos.

Por Papu el club escucha ofertas y ya conoce el gran interés del New York City y sabe que el futbolista tiene mucho mercado en Rusia, sobre todo, Holanda, Bélgica o Turquía. Una salida en forma de cesión a otro equipo de Segunda es muy improbable en el caso del georgiano, que es internacional con su país y que está en el escaparate, donde el Zaragoza ya lo quiso poner en verano, pero al final pesó más la opinión del director deportivo, que consideró que no era el momento adecuado y además se confió en que sin las lesiones diera un mejor nivel, cercano al de su primera temporada, lo que no ha sucedido.

Pombo lleva dos partidos sin convocar por Víctor y se le busca una salida que no va a ser fácil, porque el jugador, al que no se le ha comunicado que deba irse, desea seguir en el Zaragoza, que le renovó hasta 2023 tras acabar el mercado de verano después de no encontrarle un destino. Esa renovación buscaba un mayor ingreso económico en su venta en junio, pero los plazos se han adelantado por la irregular aportación en el campo del canterano.