Ya de primeras Víctor Fernández aseguró que el partido contra el Rayo «ha tenido de todo, como el mismo resultado traslada». Y nada le cayó de cara a un Real Zaragoza que vio volar otros tres puntos vitales. El entrenador blanquillo volvió a lamentar el tremendo daño que le hizo a su equipo otro golpe anímico, igual que sucediera ante el Huesca y el Girona, también la actuación arbitral y, de nuevo, por desgracia, los errores defensivos. Un caldo de cultivo que finalizó con otra derrota zaragocista.

El preparador aragonés afirmó que «conseguimos lo más difícil, que es adelantarnos en el marcador», pero también recordó que «no puede ser que nos metan un gol en el minuto 47 y de la forma en la que ha sido», un tanto que, de nuevo «ha tenido un impacto brutal en nuestro ánimo, exagerado». Tras el descanso, agregó, «hemos salido anestesiados, reaccionado muy mal y concedido unas ventajas tremendas al contrario». En definitiva, «no hemos sabido manejar ese momento trascendental del partido», y tampoco ayudaron, recordó, las numerosas interrupciones.

La actuación arbitral también tuvo hueco en la valoración del entrenador. «Tampoco tenemos suerte en las actuaciones arbitrales. Me sorprende y me parece absolutamente inexplicable que Mario Suárez no haya sido expulsado. Me ha sorprendido porque estaba cerca de la acción. Podria haber sido hasta roja y no exagero en mi juicio», dijo antes de recalcar, de todos modos, que «no podemos justificar nuestra derrota en una actuación puntual del árbitro». Pero ahí queda el recordatorio del técnico.

El tema físico, de nuevo, saltó a la palestra. «Nos estamos desangrando con las lesiones», comenzó Víctor. «Ha habido percances importantes, graves y delicados que no nos han permitido contar con un equipo base, el que conocen todos los aficionados. El formato de competición no nos beneficia, nos perjudica, y apuramos a jugadores que son personas, no máquinas», subrayó.

Por otra parte, Víctor Fernández de nuevo lamentó los fallos atrás, errores que calificó como «muy groseros, muy severos y que dan mucha ventaja al equipo rival», pero sobre todo se centró, otra vez, en la necesidad de recuperarse anímicamente. En general «todo está muy difícil, pero es imposible», si bien sí que confesó que «tenemos que reconstruirnos». «Son golpes duros en momentos cruciales de la temporada y no estamos teniendo la capacidad de darle la vuelta. Algunos jugadores están sufriendo la presión exageradamente», puntualizó.

Por último, Víctor lanzó un mensaje de ánimo: «Tenemos que tirar de nobleza, valor y orgullo, porque solo con la aportación futbolística va a ser muy difícil. Tiene muchísimo mérito llegar hasta aquí a falta de cuatro jornadas, pero no va a ser fácil. En el fútbol puedes pasar de llorar a la alegría en 72 horas, no podemos hundirnos», concluyó el entrenador zaragozano.

Jémez desea el doble ascenso

Paco Jémez, entrenador del Rayo Vallecano, se mostró muy satisfecho por la victoria lograda en La Romareda y también por las formas: «Estoy muy contento por lo que el equipo ha hecho, ojalá pudiéramos hacer siempre este partido. Hemos sufrido como perros y se ha puesto el partido intenso, aunque con el 2-4 ya se ha visto de otra manera», expuso.

El que fuera jugador del Real Zaragoza comentó que el duelo estaba «muy igualado» hasta el gol de Atienza, pero «el partido no estaba ni para uno ni para otro» y, el tanto del empate en el descuento «es cierto que nos ha dado muchísima tranquilidad», lo que ha permitido «ese arranque de la segunda mitad, donde hemos jugado excelentemente bien». Por último, dijo que «le tengo un cariño especial al Zaragoza y ojalá podamos vernos en Primera».