La jueza que lleva la denuncia por agresión sexual interpuesta contra el portero del Real Zaragoza Álvaro Ratón comenzó a tomar declaración ayer a los testigos para decretar si archiva la causa, como ha pedido la defensa del meta zaragocista, o si acaba en juicio. En total, ayer declararon en el Juzgado de Instrucción número 2 de Carballino (Orense), pueblo natal de Ratón, cuatro testigos presentados por la denunciante, P. B.

Los cuatro testigos no vieron directamente la agresión de la que se le acusa al portero zaragocista, sino que son testigos periféricos, que no tuvieron relación directa con los hechos ni los presenciaron, y su testimonio se basa en lo que les contó la denunciante. Intentaron corroborar la versión de la acusación, que sostiene que Ratón intentó besarla y tocarla, ella se resistió y supuestamente el guardameta le empujó por las escaleras. Después, ante los gritos de la víctima, y siempre según su versión, se acercaron a socorrerla y el meta zaragocista huyó corriendo.

Las dos partes seguirán poniendo pruebas a disposición de la jueza para ver si la causa sigue adelante o si se archiva. Cuando se presentó la denuncia, la defensa argumentó que había importantes contradicciones entre la versión de la denunciante y de sus testigos, algo que tendrá que dictaminar la jueza tras escuchar a las diferentes partes.

Todo ocurrió el 23 de junio en Carballino, aunque la denuncia no fue puesta hasta seis días después, el 29. Ese día, la Guardia Civil se personó en la casa del portero de la localidad gallega, pero no estaba allí al encontrarse en la boda de Javi Ros en Tudela. Fue avisado por los vecinos y el propio Álvaro Ratón, tras hablar con la Guardia Civil, se presentó voluntariamente el 2 de julio en las dependencias de la benemérita acompañado por su abogado y por su representante.

Desde su entorno se aseguró que el arquero estaba tranquilo aunque preocupado por la repercusión mediática y por el juicio previo de los medios de comunicación antes de conocer la decisión final de la jueza. De hecho, la versión del guardameta es que en ningún momento intentó besar a la mujer, que fue ella quien se le insinuó en todo momento y, además, se afirmó que ella reconoció que le pidió al portero del Real Zaragoza irse a un hotel, a lo que Ratón se negó.

Al parecer, según la información inicial de TVG, el guardameta y la denunciante se conocieron la noche de antes de los hechos en un boda y se encontraron por la noche. En el local de copas, Ratón invitó a la mujer a tomar algo con él, algo a lo que ella se negó. Su reacción fue, según señaló la acusación, zarandearla.

En el seno del Real Zaragoza siempre ha habido confianza en la palabra del guardameta Álvaro Ratón y en que acabará archivándose la causa que tiene abierta por la supuesta agresión sexual. De momento, resta valorar las pruebas y los diferentes testimonios y aguardar una decisión de la jueza, que podrá archivar el caso o llevarlo a juicio.