El Zaragoza presentará en la Junta General Ordinaria de Accionistas del próximo sábado un balance negativo de la pasada temporada de 22.336.553 euros, de los que 11.612.365 corresponden al déficit real del ejercicio, mientras que el resto (casi 11 millones) pertenecen a la partida del impuesto de sociedades. No es un balance que deja satisfechos a los rectores de la entidad zaragocista, que tildan el año casi de desastroso pero el margen de maniobra que han tenido después del descenso ha sido muy pequeño, sobre todo por el desembolso en fichajes del verano pasado, sus correspondientes amortizaciones y el alto coste de la plantilla. Sin embargo, la previsión en el club aragonés es que el balance negativo en la próxima temporada se vea reducido casi a la mitad con respecto a este año.

Las cifras del balance zaragocista reconocen un importante aumento de los ingresos deportivos tras el ascenso, ya que de los poco más de dos millones de euros de la temporada en Segunda se ha pasado a cerca de 14 millones gracias sobre todo al incremento del contrato televisivo que implica la máxima categoría. Asimismo, el club aragonés también vio aumentados sus ingresos extraordinarios en más de once millones de euros por una revalorización, permitida por la Federación Española de Fútbol, de los terrenos de la Ciudad Deportiva.

DISMINUIR LOS GASTOS Sin embargo, esos aumentos no han sido suficientes por culpa de los gastos en fichajes nada más lograr el ascenso (Milito, Villa o Ponzio), además de las correspondientes amortizaciones (más de ocho millones de euros). El club se encontró con una plantilla muy cara la temporada pasada (casi 21 millones en sueldos) y el objetivo en este verano ha sido aligerar esa carga, algo que se ha conseguido en más de ocho millones, aunque lógicamente eso tendrá reflejo en el balance de la próxima temporada. La Junta General también debatirá el sábado un presupuesto para la próxima temporada que ronda los 34 millones, superior en cuatro millones al del curso precedente, mientras que el valor nominal de las acciones ha sufrido un incremento pasando de los 44 euros a los 60,10.

Las últimas temporadas están siendo deficitarias para el club aragonés. Así, el curso 2001-02 acabó con un saldo negativo de cuatro millones de euros (1,6 de deuda real), mientras que la siguiente campaña, con el paso por Segunda División, elevó las pérdidas hasta los 24,5 millones (15,9 de déficit real).

La intención de la entidad zaragocista es alcanzar un equilibrio presupuestario en dos años, al menos en lo que al flujo de caja se refiere, ya que las amortizaciones condicionan sobremanera la cuenta de resultados de la entidad. Hay que recordar que el Zaragoza logró refinanciar el año pasado su deuda con el aval conjunto de 24 millones de euros que firmaron, a partes iguales de ocho millones, entre el club, el presidente, Alfonso Soláns, y la Diputación General de Aragón. En esa operación no entró finalmente el ayuntamiento y esa parte de ocho millones pertenece a la denominada deuda histórica del club.