Además de un central, el Real Zaragoza está buscando un atacante. Pero así como la llegada del defensa puede ser inminente, la del punta se hará esperar todavía unos días. El motivo es que el club está esperando poder conseguir un buen delantero, un descarte de Primera División, por ejemplo, a un buen precio, cosa que ahora mismo es imposible. Por poner algunos ejemplos, Raúl de Tomás, el jugador que interesa a media Segunda División, tiene una ficha que ronda los 400.000 euros en el Real Madrid. La temporada pasada se marchó al Valladolid en el último día del mercado y el club pucelano solo tuvo que hacerse cargo de 70.000 euros de su ficha. Pucela puede ser de nuevo su destino este curso.

Otro caso, Alfredo Ortuño, exjugador del Real Zaragoza, está pidiendo en estos momentos cerca de 600.000 euros de salario, una cantidad inasumible para el club aragonés. El punta puede acabar jugando en el Oviedo aunque está apurando sus opciones de estar en Primera. Longo, cuya llegada al Tenerife se hizo oficial el martes, tiene un salario que ronda los 500.000 euros. En definitiva, precios en este momento alejados de los que puede permitirse el Real Zaragoza, que está aún pendiente de dar salida a los cuatro futbolistas con los que no cuenta para liberar masa salarial y tener más margen de maniobra.

Así que el club aragonés se mantiene a la espera de que en los últimos días del mercado se presente una buena oportunidad por un delantero de cierto nivel para la Segunda División y a un precio que pueda asumir. Como el caso de De Tomás, en el que el Valladolid pudo conseguir a un buen jugador a un precio más que interesante. La llegada del delantero es también entendida como una necesidad por el Real Zaragoza, pero las circunstancias económicas y de mercado le obligan a ser paciente en este caso para poder acertar con el tiro.