La totalidad de la plantilla del Real Zaragoza que acabó la temporada pasada tiene previsto denunciar desde hoy y hasta el 4 de julio ante la Asociación de Futbolistas Españoles las cantidades que se les adeudan y que corresponden a las dos partes de la ficha, hasta diciembre y la que acabó ayer, 30 de junio, y a la nómina de junio. En total, suponen unos 3,2 millones de euros. Los jugadores zaragocistas ya fueron asesorados por el abogado de AFE y el vicepresidente de este organismo, Santiago Nebot y Luis Gil, en una reunión antes de acabar la temporada y saben más que de sobra que la denuncia es la única manera segura de garantizarse el cobro de las cantidades que tienen firmadas en sus respectivos contratos.

Aunque algunos jugadores tienen prorrateadas las fichas en las nóminas, como era el caso de Movilla o ha sido el de Cidoncha, y por eso han cobrado casi todo en esta temporada, ya que en las nóminas solo se les adeuda el mes de junio, la mayoría debe percibir gran parte de su salario en las dos ingresos, el del 30 de diciembre y el del 30 de junio junio, de las fichas. Fuentes de ese vestuario ratificaban ayer que no les queda otra que llevar a cabo esa tramitación de las denuncias, por encima de la terrible situación que vive la entidad en los últimos tiempos.

DENUNCIA Y PLAZOS Lógicamente, los futbolistas viven muy pendientes de lo que sucede en el Zaragoza y la denuncia que presenten puede ser anulada en cualquier momento, si el nuevo grupo inversor les garantiza el cobro de sus salarios. Por ejemplo si Sheikh y Nayim se hacen antes de mañana con el control del club y negocian con ellos para parar esas denuncias. Sin embargo, hasta ayer lo único que han recibido los futbolistas desde el club es dudas y falta de información sobre la situación que vive la entidad. No es una decisión grupal denunciar en bloque, pero tras aquel cónclave con la AFE la postura del vestuario era muy clara y la reunión antes del partido en Alcorcón con Luis Gamón y Mariano Casasnovas no tranquilizó a nadie, como tampoco el devenir de los acontecimientos después.

Los futbolistas tienen hasta el viernes para presentar las denuncias ante la AFE, que después abre un periodo, de una semana aproximadamente, para analizar toda la documentación que reciben y para enviársela a la Liga, lo que sucederá en torno al 13 de julio. La Liga transmite esa información a los clubs, que disponen de un plazo de 10 días para presentar alegaciones. Mientras, lo previsto es que la Comisión Mixta de la la Liga y la AFE se reúna el 23 o el 24 de julio y ahí se establezca la deuda real que los clubs denunciados tienen con sus futbolistas. A partir de ese momento, disponen de una semana para pagarles o llegar a acuerdos con ellos. Si no se produce eso, el plazo finaliza el 31 de julio a las doce de la noche y llegaría el descenso administrativo a Segunda B para el Zaragoza. En la práctica, su liquidación y desaparición.

Es en previsión de una situación así donde está el motivo de que los jugadores denuncien esos impagos a partir de hoy. Saben de la exigencia de la Liga antes del 31 de julio y también de que en caso de liquidación sus salarios quedarían garantizados entre el Fondo de Garantía Salarial y el fondo que tiene la propia Liga de Fútbol. Pero, si no denuncian, pierden el derecho a esa garantía. El año pasado, por ejemplo, el Deportivo negoció hasta el 31 de julio con su plantilla y un acuerdo posibilitó que pudiera ser inscrito y que no bajara a Segunda B. Al final, el club coruñés logró el ascenso a la élite en esta temporada.