No es uno más dentro del campo, donde se ha convertido en el futbolista más destacado del Real Zaragoza en la segunda vuelta. Fuera, además, se sale del guion. No rima con el prototipo de futbolista que recubre su mensaje con tópicos y es capaz de aportar detalles casi metafísicos a sus razonamientos. Ayer, Cristian Álvarez habló del «lindo» final de temporada que le viene al Real Zaragoza y explicó que se ve a la vuelta del verano en el club aragonés, donde el destino, cree, le puso para triunfar. Así lo entiende el portero argentino, que se siente en el cénit de su carrera. «He estado bien en otras etapas, pero con la plenitud que siento ahora, sobre todo a nivel mental, este sí es mi mejor momento».

Las razones de esta positiva circunstancia recaen en varios aspectos. «Es madurez mental. El fútbol, en general, exige mucho a nivel general. El puesto en el que trabajo yo tiene un plus extra, además. Creo que he ganado en esa tranquilidad que te da la experiencia. El año que estuve fuera también me sirvió para pensar, concienciarme de lo que había vivido y plantearme lo que quería vivir. Todo eso hace que me haya fortalecido».

Pesa en la balanza general, además, el tiempo y su contexto, esas cosas del destino que le condujo a Zaragoza. «Al final, el entorno nos acaba definiendo. Estoy convencido de que por algo me tocó venir aquí, por algo fue en esta ciudad, por algo en este club... Creo que todo pasa por algo y en ese aspecto todo ha sumado para que el momento sea bueno como lo es», explicó el argentino, repetidamente coreado en La Romareda por sus buenas actuaciones: «Lo tomo con mucho agradecimiento y con ilusión por trabajar de la misma manera para seguir manteniendo el nivel, que es lo más difícil. Cada fin de semana la gente se está ilusionando más, no solo conmigo, y eso ayuda a que la energía sea mejor».

Cristian tiene dos temporadas más de contrato, aunque en sus manos está la posibilidad de elegir otro destino al término de este primer año aportando una compensación. La categoría en la que esté el Zaragoza, se intuye, influirá en su decisión. Ayer afirmó que se ve jugando en el Zaragoza el año que viene. «Claro que me veo, por supuesto».

Vive el equipo con la fuerza que le dio la victoria ante el Sporting, «ese tipo de partidos que hacen esta profesión mucho más linda» y que gustaría repetir en Cádiz. «Anímicamnente estamos bien, trabajando este partido tan importante que tenemos el lunes. Y los otros tres posteriores, porque creo que vamos a vivir cosas muy lindas».

En el Carranza se busca el penúltimo paso hacia el playoff. Una victoria pondría al Zaragoza en situación de afrontar con tranquilidad el final de competición. «Somos dos equipos que peleamos por el mismo objetivo y va a ser muy disputado. Es una final más de tantas que hemos disputado y más que nos quedan. Va a ser un paso muy importante si conseguimos los 3 puntos porque nos acerca el objetivo, pero no sé si es definitivo». El ascenso, puntualizó, también está lejos de La Romareda: «Son partidos igual de importantes que los de casa. Si queremos conseguir cosas importantes, también debemos cosechar puntos fuera».