Solo en cinco partidos en esta temporada el Zaragoza dejó su portería a cero, en cuatro de ellos (Huesca, Nástic, Alcorcón y Valladolid) con Luis Milla en el banquillo. Por lo que Raúl Agné solo lo ha conseguido en una ocasión, ante el Mirandés, el 13 de noviembre en la jornada 14. Después, el Zaragoza encadena 12 choques consecutivos encajando al menos una diana, una costumbre letal en una categoría tan igualada. Más en un equipo al que no le sobra pólvora en ataque y que le obliga a marcar al menos dos goles para ganar.

Desde aquella victoria ante el Mirandés, el conjunto de Raúl Agné ha ganado tres partidos, ante Oviedo (2-1), Rayo (1-2) y Huesca (2-3), ha empatado otros tres, frente a Reus (2-2), Lugo (1-1) y Alcorcón (1-1), y ha encajado nada menos que seis derrotas en 12 encuentros. A saber: Getafe (1-0), Cádiz (3-0), Girona (0-2), Tenerife (1-0), UCAM Murcia (1-0) y Levante (0-1). En esta mala racha de doce partidos seguidos encajando, el Zaragoza ha sumado 12 puntos de 36 posibles, un balance que aún refuerza más la teoría de la portería a cero y que señala de forma clara que la única vía para conseguir mejorar los resultados pasa por que el Zaragoza sea capaz de dejar su puerta limpia en más ocasiones. Solo cinco veces en 26 jornadas es muy poco en una faceta donde el peor equipo de Segunda es el Mirandés, que solo fue capaz de dejar el marco imbatido en dos partidos en lo que va de curso.

La temporada pasada el Zaragoza estuvo un máximo de seis jornadas consecutivas encajando gol, por lo que para ver un precedente peor hay que acudir a la 14-15, donde entre la octava cita liguera, en el empate ante el Lugo (3-3), y la vigésima, con la derrota frente a la UD Las Palmas (5-3), el 11 de enero del 2015, el conjunto aragonés estuvo hasta trece semanas encajando gol y con una clara irregularidad en su trayectoria. Esa mala dinámica provocó la salida de Víctor Muñoz tras el partido en Soria ante el Numancia en la jornada 14 y después de cuatro derrotas seguidas.

Mientras Ranko Popovic no logró solucionar ese agujero defensivo en los primeros encuentros de su etapa y no firmó su primer partido con la portería a cero como técnico hasta la jornada 21, cuando el Zaragoza se impuso por 2-0 al Leganés en casa e inauguró, con Bono en la portería, un repóker de cinco partidos sin recibir una diana que hizo que el portero marroquí pudiera batir el récord de imbatibilidad de Manolo Villanova en el club, posibilidad que se rompió con la clara derrota en Vitoria por 4-0.

El balance de esas doce

Así que el Zaragoza puede igualar, si el Nástic marca en La Romareda, su peor precedente en la historia reciente de partidos consecutivos encajando gol. Ahora mismo, se queda en doce, en los que ha recibido un total de 17 goles (En todo el curso lleva 36, dato que solo empeoran el Mirandés con 42 y el Córdoba con 37). De esas 17 dianas, Ratón encajó siete en cuatro partidos, ante Getafe, Reus, Cádiz y Tenerife. Mientras, Irueta recibió nueve en siete encuentros, contra Oviedo, Rayo Vallecano, Girona, UCAM, Lugo, Huesca y Levante. Por su parte, Saja, que se estrenó en la portería zaragocista en el duelo ante el Alcorcón, tampoco pudo cerrar su portería en su debut ante el conjunto alfarero, ya que encajó el tanto de Owona a la salida de un córner.