Otro año más no llegará el ansiado alivio para las arcas del Real Zaragoza. Es decir, el ascenso a Primera División. El equipo aragonés se quedó en la estacada justo el año en el que mejor lo tenía, pero no subirá. Ni de forma directa ni a través de la segunda oportunidad, la promoción de ascenso. Ascender hubiera supuesto una inyección económica gracias a los derechos de televisión, que se habrían multiplicado por siete, más o menos, con respecto a lo que va a percibir esta temporada. Hubiera sido un bálsamo tremendo a pesar de aumentar las obligaciones de pago y de que el club tuviera, de largo, como avisó Lalo Arantegui, el límite salarial más bajo de Primera División, pero es un escenario que tendrá que esperar al menos una campaña más.

Es decir, el Real Zaragoza continuará en Segunda División, donde los ingresos son mucho menores que en la élite y, además, deberá hacer frente a la bajada de ingresos derivados de la pandemia. Casi todos los clubs verán reducidos sus límites salariales y la entidad blanquilla no escapará. De hecho, las previsiones del Zaragoza sitúan un descenso de hasta 2 millones de euros con respecto a esta última temporada.

El techo de gasto estaba establecido al principio de este último curso en 7,6 millones y, tras la revisión efectuada por LaLiga en enero, subió a 8 millones de euros. Esa bajada, principalmente, vendrá motivada por la campaña de abonados. Por un lado, está pendiente todavía la fórmula por la cual el club compensará a sus socios por los seis partidos (más el de la promoción contra el Elche) que fueron a puerta cerrada, pero eso ya está presupuestado en este último año.

Por el otro, la mirada se centra en la próxima campaña. El Real Zaragoza ingresó 4,3 millones por la venta de abonos y, aunque todavía es un escenario muy abierto por la evolución de la pandemia, la SAD estima una reducción del 45%, unos dos millones aproximadamente, aunque ese dato dependerá de cuándo se permite público en los estadios, qué porcentaje del aforo se puede ocupar y del número final de abonados. Una opción factible es que haya que esperar hasta el 2021 o hasta la segunda vuelta para poder volver a los estadios. Otra parte importante, aunque menos (unos 400.000 euros) se quedarían por el camino por las taquillas.

Obligaciones

Al menos los derechos de televisión, al haber finalizado la temporada, serán muy parecidos entre ambos cursos. Este pasado año el Real Zaragoza percibió 7,3 millones, de los que más de la categoría por este concepto, y también sumará más dinero por haber quedado tercero, por méritos deportivos.

Por contra, tampoco hay que olvidar las obligaciones de pago que tiene contraídas la entidad con los acreedores y Hacienda. Había un convenio con la Agencia Tributaria para pagar 1,2 millones que hay que renegociar, aunque hay optimismo.

En cuanto al concurso de acreedores, el Real Zaragoza solicitó a la jueza posponer el tercer pago, que asciende a 2,44 millones, pero la magistrada ha paralizado la decisión. El club propuso abonarlos de forma inmediata en caso de que se permitiera el acceso de público o que subiera a Primera al contar con más ingresos. Lo más probable es que la jueza acceda y permita prorratear ese pago.

Por último, se espera que la deuda global del Real Zaragoza se reduzca a pesar de la bajada de ingresos prevista gracias, sobre todo, a las ventas acometidas hace un año de Pep Biel, Soro, Verdasca y Mateo Mejía. La cifra total era de unos 79 millones a 30 de junio del 2019, pero habrá superávit por los mencionados traspasos. Al no haber subido, el Zaragoza se tendrá que apretar el cinturón.